Top 10: las mejores canciones de The National
Aunque Trouble Will Find Me no ha supuesto el mejor disco de The National (no lo tenía difícil ni nada), la banda sigue postulándose como una de las más importantes de los últimos diez años. Por ello, para celebrar su grandeza y a raíz de su visita a nuestro país durante estos días, recopilamos los diez temas que no deberían faltar en el setlist de esta gira, sabiendo que no todos caerán, y que aparte de estos hay muchos más, y que además no estamos ante una banda de singles. Pero un top de sus discos contando con solo seis resulta demasiado escaso (¿Alligator sería el uno quizás?), así que disfrutad de estas joyas.
10. Patterns of fairytales (Sad Songs for Dirty Lovers, 2003)
De cuando en cuando no está de más descansar de la gran intensidad que casi siempre desprenden estos chicos, y este discreto (en el buen sentido) y pequeño tema es un buen ejercicio para ello. Amores platónicos, que a veces no tienen ni pies ni cabeza o nacen por los motivos equivocados (los cuentos de hadas a los que hace referencia el título), protagonizan uno de los pocos temas donde la banda ha incluido arreglos electrónicos, que aunque sutiles se pueden apreciar unos cuantos, resultando llamativos en su conjunto pero sin chocar con la esencia del quinteto.
9. Bloodbuzz Ohio (High Violet, 2010)
Su publicación supuso la consolidación de la banda en la liga de los grandes, al menos a un nivel más vox populi (con anterioridad ya lo habían demostrado con creces). Una melodía que parece más plana y monótona de lo que en realidad es, acompañada de una instrumentación a punto de estallar en cualquier momento, amansada finalmente por la voz de Matt, generando en estado de tensión que se corresponde al extraño sentimiento de volver a un lugar esencial en tu pasado, con sensaciones que van entre la nostalgia y la necesidad de escapar. Y es que ese lugar jamás recobrará su verdadero esplendor.
8. Green gloves (Boxer, 2007)
La guitarra acústica y la interpretación vocal tanto de él como de la voz femenina que le acompaña reflejan la melancolía del paso del tiempo en lo que se refiere a la amistad. Incluso aunque los amigos no se separen literalmente, la distancia entre ellos se multiplica con el paso de los años: la gente cambia, las formas de vivir y de ver la vida también, y a veces ni la más divertida noche de fiesta puede recuperar lo que un día fue. Pero la vida resulta efímera en sí misma, no se puede congelar el momento para siempre, así que te conformas con lo que tienes, aunque solo sea por una noche.
7. Karen (Alligator, 2005)
Un marido que se dispone a hacer un gran viaje, posiblemente al «otro lado» (mucha ambiguedad lírica, aunque el «pájaros negros dan vueltas alrededor de mi cama» casi lo confirma), que genera un miedo que va medrando en su interior, sacando la naturaleza más común y a su vez más absurda, pueril e incluso patética del ser humano: fóllame ya, protege el nido cuando me vaya, todavía no has visto mi lado bueno, etc. El ego masculino en un tono burlón que se acompaña de un entramado melódico perfectamente hilado que incluye un magnífico doble estribillo.
6. Fake Empire (Boxer, 2007)
A partir de este disco The National se volcó más en la política, tanto en sus letras como en la vida real, aunque resulte incongruente su incondicional apoyo a Obama cuando también representa el imperio falso del que habla la canción (aunque comparado con que gobiernen los republicanos cualquier cosa debe de ser el paraíso). Pero obviando este dato, estamos ante un gran tema que a pesar del pesimismo de su propuesta mantiene una puerta abierta a la esperanza (el «medio» de «estamos medio despiertos en un falso imperio»), que toma forma en un precioso final instrumental más vivo y luminoso.
5. Secret meeting (Alligator, 2005)
Una canción que viene al pelo con el escándalo de espionaje a gobiernos y ciudadanía que ha explotado en los últimos tiempos (sin ser nada nuevo bajo el sol, por supuesto). El tono de la canción no resulta tan solemne como en los últimos discos, que hablan de temas similares relacionados con política y sociedad, y que, para que nergarlo, a veces carga en exceso. Además, como sucedía en todo Alligator, que se trata del que mejor melodías contiene de su discografía, este ejemplo abría el disco a lo grande gracias a su concepto melódico entre el pop y el rock, aunque a su vez contaba con una producción no tan pulcra como en trabajos posteriores.
4. England (High Violet, 2010)
Ya protagonizó nuestra difunta sección Bigger Than Life, lo que no es de extrañar gracias a un crescendo que pone los pelos como escarpias, como una tormenta que se poco a poco se va gestando para terminar en calma (por el momento), y una melancólica lírica sobre la distancia que separa a un amor ya roto, un océano literal y figurativo, y que a pesar de todo sigue presente en la cabeza de uno de los implicados. ¿Y del otro? Se desconoce, como tampoco se sabe qué hará, cómo y con quién. Esa inquietud provoca que ni miles de kilómetros sirvan para superar una pérdida (¿o son la causa de ello?).
3. Abel (Alligator, 2005)
Una amistad entre colegas está dando vueltas de campana tras un acontecimiento que no sale como esperaban y que termina en desastre o drama (¿algún tipo de delito?), tras el que uno de los protagonistas está, directamente, en estado de shock. Todo se ha ido a la mierda, el trauma está en su punto álgido y la rabia y las frustración invaden el estribillo: «mi cabeza no está bien» a gritos y un poderoso riff de guitarra que sobresale incluso sobre el poderío vocal de Matt. Una de sus cimas en lo que se refiere a excesos musicales (a partir de Boxer se relajaron considerablemente).
2. Mistaken for strangers (Boxer, 2007)
A pesar de presentarse como primer single, la canción se desmarcaba del resto de cortes gracias a un ritmo más enloquecido (maravillosa batería) y unas guitarras más rabiosas, sin la pulcritud del resto del álbum. La alienación del individuo se erige como el leit motiv temático, evitando enfrentarse a su propio yo y siguiendo las directrices sociales más genéricas para acabar siendo un ser humano anónimo más, irreconocible e insustancial. Y atención al estribillo: es de aquellos de estructura compleja que además ocupa más que la estrofa.
1. Mr. November (Alligator, 2005)
Los diferentes estratos que sustentan el high school norteamericano, reflejo extremo de la decadencia social, intentan seguir a flote en la vida «adulta», cuando de adulta en realidad tiene más bien poco. Esa gran frase de «solía ir sobre los brazos de las animadoras» expresa la paradoja tan patética y tan humana a su vez de vivir del pasado y pensar que se puede aplicar a cualquier momento de nuestra vida, incluso cuando ese pasado se basaba en unos valores que no decían nada (bueno) de uno mismo. Un jodido himno sobre una de las grandes mentiras de Occidente.