Los artistas de la banda sonora de Drive: la vida antes y después
La semana pasada Electric Youth nos daba una grata sorpresa con el anuncio de la preparación de su disco debut adelantando un single. Entonces saltó la bombilla, ¿qué ha pasado con el resto de colaboradores de la celebrada banda sonora de Drive? Dos años después de su publicación, ¿se han consolidado?, ¿one-hit wonder?, ¿ha cambiado realmente su vida tras este éxito? Y es que parece que tras la explosión inicial en general no se les ha prestado la misma atención, tomando el álbum como un ente dependiente de la película, que en parte lo es. Quizás simplemente se trate de no romper la magia, un mundo aparte con una atmósfera tan conseguida que no interese conocer más allá. Pero la realidad impera, y los artistas incluidos tienen vida propia aparte de Drive. A continuación el antes y el después de cada uno.
College
Antes
Tiene un par de discos en su haber que llamaron la atención mínimamente, aunque el debut, Secret Diary, resulta bastante recomendable. También cuenta con un par de EP’s que se erigen sobre sus hermanos mayores. Lo bueno si breve dos veces bueno.
Después
Este año ha publicado un disco titulado Heritage, que por la hortera portada parece una banda sonora de una película de fantasía, pero no. Ha pasado bastante desapercibido, quizás porque al fin y al cabo se trata de música instrumental, y ya se sabe que lo vocal manda. Además ha roto con la ambientación de la película, y aunque lo ochentero sigue intacto, lo ha llevado por otros derroteros. Aparte que el álbum resulta algo flojo, aunque no desentonaría una vez más de banda sonora. Parece que desvincularse de ese imaginario no le ha sentado muy bien.
Soundcloud 1 y 2/ Spotify
Electric Youth
Antes
Debutaron en el tema de College que se puede escuchar justo debajo, y el siguiente paso fue, de nuevo, participar con el francés en A real hero, que hasta un par de años después no pegaría el pelotazo. Poco antes de la famosa banda sonora editaron el EP Right Back to You, que contenía el tema homónimo y otro de regalo, además de remezclas del primero, que demuestra que no solo se pirran por las baladas como algunos creen. Petardamente recomendables. Eso sí, la repercusión más bien escasa.
Después
Quizás quedaban un poco a la sombra de College, ya que A real hero se incluía en su EP homónimo y el dúo aparecía en los créditos como un featuring, y como tampoco han dado señales de vida excepto por el excelente single de 2012 The best thing, no han tenido la oportunidad de despegar. Con el anuncio de su debut el interés hacia ellos vuelve a despertar, pero tampoco se espera que acaparen portadas, aunque la calidad de sus canciones se mantiene intacta.
Chromatics
Antes
Casi una década de carrera en su haber, entre discos, EPs, singles y colaboraciones, por lo que había bastante donde elegir, aunque no despuntaron entre crítica y público. El alma máter del proyecto, Johnny Newel siempre ha sido un culo inquieto, y si no era Chromatics era cualquier banda de su sello Italians Do It Better. Su mejor trabajo hasta 2011, sin duda Night Drive, que parecía que anticipaba cuatro años antes la atmósfera de la película.
Después
En realidad su tema fue de los que menos repercusión obtuvo, pero acertaron al publicar uno de los mejores discos del año pasado cuando la fiebre estalló: Kill for Love. Así obtuvieron el calor del público de gustos más indies (muchos de los fans de la banda sonora son target casual), además de embarcarse en una gira donde les llovieron los elogios. Así, la banda se ha convertido en la estrella de la corona de Newel.
Kavinsky
Antes
En su haber contaba con varios EPs y singles donde dejaba claro que su electro french house forma parte de su impronta y ni por asomo va a cambiarla. Ningún material llamó especialmente la atención, y es que tampoco inventaba nada, e incluso resultaba algo chusco, aunque al final era bastante efectivo.
Después
Posiblemente Nightcall es la canción más exitosa de la banda sonora, y por ello su debut Out Run, publicado este mismo año, ha calado bastante. La clave también radica en el concepto del mismo: la historia de un chico que murió en 1986 estrellando su Testarrosa (de ahí el título del disco referencia al mítico videojuego) y que vuelve a la vida en forma de zombie para arreglar unos asuntos además de crear música y participar en carreras de coches. Vamos, que mantiene cierta conexión con Drive, aunque el personaje ya existía con anterioridad. Eso, la estética ochentera y su carácter bailable se han ganado al público, a pesar de que muchas veces opte por lo instrumental, como College (pero ya se sabe que el baile tira más que lo down tempo). No es la monda pero resulta ciertamente adictivo.
Soundcloud / Spotify / Bandcamp
Desire
Antes
Otro proyecto del incansable Johnny Newel que en 2009 publicaron su único EP, que incluía Under your spell, un notable y delicado trabajo que por desgracia no atrajo demasiadas miradas.
Después
De nuevo Drive le dio alas… relativamente. Porque salvo un tema en el recopilatorio de Italians Do It Better After Dark 2, no ha habido nuevo material desde entones y no tiene pinta de que en un tiempo lo vaya a haber. Newell quizás esté más centrado en otras bandas y esta solo fue un capricho. Veremos.
Cliff Martinez
Antes
Desde finales de los ochenta lleva el bueno de Cliff componiendo bandas sonoras. Sexo, Mentiras y Cintas de Vídeo fue su puesta de largo, y su relación se extendió con Steven Soderbergh, donde trabajó con él en exclusiva durante un tiempo. A partir de 2oo0 se desvincula pero no del todo, ya que en estos 13 años ha participado en otras tres películas suyas. Su estatus en la industría, que no para el gran público, era sólido.
Después
Tras Drive parece que le ha cogido gusto a colaborar con Nicolas Winding Refn, ya que también ha compuesto la score de Sólo Dios Perdona. Y si antes componía cada dos años de media, desde 2011 ha participado en 8 bandas sonoras. Además su popularidad entre el público ha crecido considerablemente (dentro del nivel de popularidad que un compositor de bandas sonoras puede gozar), también gracias a su trabajo en Spring Breakers, otra película icono, esta vez con controversia incluida (¿broma u obra generacional?), donde la música tenía un papel preponderante.
Riz Ortolani
Antes
Aunque se sale del estilo del resto, este compositor clásico de bandas sonoras también se merece una mención. Antes de Drive había compuesto para decenas de películas sobre todo de su país, Italia, y Tarantino, un genio en lo que se refiere a recopilar grandes cortes, le incluyó en ambas entregas de Kill Bill. Pocos le conocerán salvo amantes empedernidos de las bandas sonoras y en su país (relativamente).
Después
Algo de fama habrá ganado, pero se trata de un hombre de 82 al que le importará un pepino si una panda de modernos le adoran o no, y ahora se centra en películas de dudosa calidad. Y como curiosidad, Tarantino volvió a incluirle en Django Desencadenado.