Cut Copy – Free Your Mind

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La (escasa) discografía de Cut Copy se podría calificar de impoluta, mezclando con absoluta precisión baile y trascendencia, introduciendo influencias de lo más variadas y tomando retazos de varios géneros y corrientes en un cóctel al que pocos ponen peros. Pero Free Your Mind está generando cierta controversia. Por una parte algunos verán cierta pretenciosidad en tomar el Summer of Love como excusa para envolver al disco de un halo conceptual del que quizás tampoco precisa. O los más puristas del movimiento se tiren de los pelos por motivos obvios. Otros se encabronarán ante la ausencia de hits claros. También están los que se quejarán debido a cierta heterogeneidad sonora imperante. Y no hay que olvidar los que al contemplar una portada tan desafortunada ni querrán darle una oportunidad (lo que hace una buena o mala portada, ¿verdad?). Sí, de todo esto puede «pecar» el álbum, pero a los australianos le gustan lo retos, y si estos supuestos problemas quedan en un segundo plano será porque valen su peso en oro.

Y esto podría ser la conclusión sobre el disco ya resumida en el primer párrafo, pero hay muchos más aspectos que desentrañar. Por ejemplo, desarrollar el concepto del Summer of Love, un movimiento social donde la música jugaba un importante papel, primero en 1967 en San Francisco y más tarde, en 1988 y 89, en Londres, el americano basado en la psicodelia de la época y el segundo más entregado a la música electrónica y de baile, pero ambos compartiendo ideas de libertad e igualdad. Por ello desde la psicotrópica Intro ya se puede atisbar por dónde irán los tiros, que se confirma en el tema titular, muy en la onda de Screamadelica en varios recursos, pero en clave más house. En general, al igual que en discos previos, la pista de baile marca el pulso de la mayoría de los temas, como en We are the explorers, una de las estrellas del álbum gracias a su excelente estribillo y la idea de descubrirnos a nosotros mismos durante el periplo vital. Let me show you love en cambio relaja el ritmo, en un número algo disperso en su carácter pop que casi funciona mejor en la sección final, cuando se deja llevar del todo por el aura psicotrópica.

Tal descompensación entre ambos aspectos sucede en buena parte del álbum, donde las melodías quedan relegadas frente la amalgama sonora y las atmósferas musicales. Sin embargo cortes como Footsteps generan tan nivel de inmersión que maravillarían igual aunque contasen con la melodía de Antes muerta que sencilla. Y sí, sigue habiendo chispa pop aunque haya disminuido (lo que también se notó en Zonoscope, aunque en menor medida), como en la new wave In memory capsule, o en Walking in the sky, muy de estar en la playa alrededor de la hoguera, todos cogidos de la manos y por supuesto drogados. En Dark corners and mountain tops combinan la faceta más melódica y orgánica con un final sintético y expansivo, mientras que en Meet me in the house of love recuperan con acierto el espíritu de In Ghost Colours (y si hubiese durado 4 en vez de 6 minutos, mejor).

Nos encontramos ante un disco de ideas y sensaciones más que de presentar una lírica y aspecto melódico preciso y complejo, lo que supondrá un lastre en ciertos sectores. Se trata de algo similar a lo sucedido últimamente en el ámbito cinematográfico con Gravity o Spring Breakers: el argumento es secundario en pro de generar una experiencia sensorial, en el caso de este álbum basada en un compendio ideológico. Así es Free Your Mind, justo como Cut Copy pretendían concebirlo, ni más ni menos.

Puntuación: 8 / Escúchalo: Spotify

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