15 temas que no deberían faltar en el setlist de Robyn y Röyksopp en Sónar 2014

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Todavía no tenemos muchos detalles acerca de la gira conjunta entre Robyn y Röyksopp, una oportunidad única de disfrutar de dos de los pesos pesados de la música escandinava, pero nuestra cabeza ya ha comenzado a cavilar sin límite. ¿Será todo el show conjunto? ¿Reinterpretarán en amor y compañía antiguos clásicos de ambos? ¿Sonarán nuevas colaboraciones? Tantas dudas que se irán respondiendo conforme se acerque la fecha, o no, porque además su actuación en Sónar, anunciada esta semana, será la puesta de largo de la gira, por lo que quién sabe si no desvelan nada hasta la misma celebración. El caso es que muchos ya nos estamos montando en la cabeza el setlist deseado, que podría ocupar varios folios aunque es de suponer que a lo sumo durará hora y media o similar. Entre pitos y flautas podríamos esperar alrededor de 15 temas, y por ello un servidor ha intentando guiarse por lo que el público más ansía, incluyendo también alguna licencia personal que puede que convenza a más de uno. Se aceptan proposiciones, por supuesto.

Robyn & Kleerup – With every heartbeat (reedición de Robyn, 2007)

La balada dance que volvió a abrir las puertas del éxito a la sueca se podría emplear a modo de despedida perfecta, entre la emoción del tono y la tónica más o menos bailable. Un tema bigger than life que provocaría pelos como escarpias entre los asistentes y alguna que otra lágrima. Y aunque la reinterpreten, por favor, que no falte la sección de cuerdas (aunque es de esperar que sea sintetizada).

Röyksopp – What else is there (The Understanding, 2005)

Del dúo noruego es más que probable que se incluyan sobre todo featurings, ya que la oportunidad es única para que Robyn les dé una vuelta de tuerca. En este caso es verdad que sustituir a Karin Andersson como vocalista única e irrepetible se torna como un reto peliagudo, pero esperamos que la versatilidad interpretativa de Robyn sorprenda si llegase a sonar en directo. Este tema de carácter inquietante y hasta casi turbio lo merece.

Robyn – Hang with me (Body Talk, 2010)

Mejorando un tema original que resultaba un poco bodrio (y ampliando letra y melodía), se trata de una de las sus canciones más amables (aunque con un punto pícaro) acerca de la amistad y el amor. «Podemos ser amigos pero no te enamores de mí» y los tira y afloja de relaciones tan ambiguas como estimulantes, básicamente, incluso aunque acabe en cierto drama (la sal de la vida por otra parte). Y qué decir del magnífico puente que desemboca en un maravilloso estribillo. Una delicia.

Röksopp – Eple (Melody A.M., 2001)

Si hay un tema de los noruegos que les puso en boca de muchos ese fue Eple, totalmente instrumental, estructurado a través de una sencilla melodía a base de efectos jocosos y luminosos. La pregunta es qué hará Robyn si interpretan estos temas, que casi seguro que sucederá (o así debería). Puede que aproveche para cambiar de modelito al más puro estilo Madonna, o quizás añadan vocales. Aunque respecto a una última posibilidad casi mejor que no: queremos reinvención pero sin olvidar la esencia de los originales.

Robyn – Blow my mind (Don’t stop the music, 2002)

La verdad, entre tanto temazo de la sueca resulta un poco suicida descartar auténticos hits por un tema tan menor como este. No obstante todos tenemos nuestros caprichos y el mío es este. Una balada electrónica que no sonará ni de coña (pero por pedir que no quede), que ya anticipaba cierto gusto de la chica por los sonidos sintéticos que años después protagonizarían casi toda su obra. Aquí los aplica en un contexto de delicadeza y vulnerabilidad que embelesa.

Royksopp – Running to the sea (Running to the sea, 2013)

Otro tema del dúo que originalmente contaba con la voz de Susanne Sundfør y que podría adelantar el estilo de su próximo álbum, y aunque no se convirtiese en uno de sus grandes éxitos, fue muy bien recibida entre sus fans, a pesar de su sencillez en su concepción melódica. La épica de la interpretación de la noruega puede jugar una mala pasada a Robyn, que debería ponerse bastante gritona y quizás su voz no dé para tales excesos.

Robyn – Call your girlfriend (Body Talk, 2010)

Mala uva encubierta en forma de comprensión y buen rollo: la amante «ayudando» al chico a que deje a su novia a través de consejos en realidad de lo más lógicos, pero que esconden un propósito evidente. Y todo mientras nos retorcemos bailando gracias a uno de sus himnos más claros para la pista, en la que, si somos valientes, podemos intentar copiar los movimientos de la rubia en el vídeo. De nuevo el estribillo nos lleva de calle.

Röyksopp feat. Robyn – The girl and the robot (Junior, 2009)

La primera colaboración entre ambos se saldó con un espectacular hit que constató lo que podía dar de sí la conjunción de ambos talentos. Entre el baile y cierto drama en el tono, si el mundo fuese justo se hubiese convertido en un bombazo en listas (en realidad la mayoría de la lista lo merece). Resulta irónico que tiempo después unos estudiantes estén desarrollando un robot de Robyn. ¿Aparecerá en directo? Sería lo suyo.

Robyn – Show me love (Robyn Is Here, 1997)

Su mayor éxito al otro lado del Atlántico de la mano del Max Martin pre Britney, por lo que ya sonaba desfasado a los cinco minutos de su salida, y que por supuesto necesitaría un lavado de cara, y qué mejor que Röyksopp para regalárselo. En realidad tampoco supone uno de sus mejores temas, pero merece un hueco debido a que el público empezó a hablar de ella a partir de él (aunque en general preferimos redescubrirla en 2005-2007).

Röyksopp – Poor Leno (Melody A.M., 2001)

A tope de autotune en un tema de su debut que si se anima bien podría interpretar ella (a pesar de la voz masculina de la original). Los noventa acababan de terminar pero todavía hay ecos de la década en el piano (podrían ser de Sash) o arreglos del house de principios de esos años y finales de los ochenta, tomando además guitarras funky setenteras, más la mentada distorsión vocal muy en boga en los 2000. Vamos, que se trata de una perfecta conjunción de diferentes épocas.

Robyn – Dancing on my own (Body Talk, 2010)

Un tema que a pesar de cierto éxito a su salida fue ganando todavía más enteros en los corazones y pies de muchos a través de los meses (ayudado por su actuación en Gossip Girl o una escena icónica en Girls). El himno perfecto dentro del concepto «lágrimas en la pista de baile», retrata ese momento vivido por todos cuando tienes que esmerarte en no derrumbarte en medio del garito mientras tu objeto de deseo se está dando el palo con otro/a.

Röyksopp – This must be it (Junior, 2009)

De nuevo Robyn se vería en la tesitura de sustituir a la mitad de The Knife, aunque quizás en este caso lo tendría algo más fácil ya que el tono del tema se podría adecuar más al de su compatriota. O quizás en la voz de esta tanto este como What else is there remarquen y potencien su carácter pop. ¿Ganarán o perderán? No se sabe, pero la voz de Karin resulta tan evocadora que la urgencia de tema se puede ver afectada. Veremos (si algunas de estas predicciones se cumplen, claro).

Robyn – Be mine (Robyn, 2007)

Aunque el estribillo siempre recordará ligeramente a Time after time de Cyndi Lauper, se trata de uno de sus clásicos más indudables, que quizás necesitaría cierto reciclaje de la mano de los noruegos. Pero como en With every heartbeat, que mantengan las cuerdas y que se potencie la emoción del original a través del sonido. Y que nos mire a los ojos mientras vive el conmovedor spoken del final de la canción. De nuevo por pedir que no quede.

Röyksopp – Tricky two (Senior, 2010)

Venga, la chica se puede tomar el descanso y que ellos se hagan con el mando, porque aquí no hay posibilidad de incluir con calzador una voz. Quizás por ello pasen de temas como este y solo se centren en los vocales, que en realidad es en lo que se ha centrado la lista, pero no estaría mal que al menos un par de temas instrumentales se adueñasen del set por unos minutos. En este caso la oscuridad tecnológica marca la atmósfera y no hay sitio para chascarillos pop. Al menos por un rato.

Robyn – Handle me (Robyn, 2005)

Su lado más guerrero y descarado lo saca a la luz en este tema de tintes r’n’b donde la chica no se corta al llamar a su ex de todo menos bonito. Ella siempre gozó de cierto toque negroide que plasmaba en buena parte de sus composiciones que en la era Body Talk dejó a un lado para potenciar su vena más dance y electro-pop, pero algún tema de este corte no estaría de más para recordar sus raíces. En el equilibrio está la clave.

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