Especial Hit & Dance: el legado de Crystal Castles en 10 canciones
La noticia musical de la semana, sin duda alguna, ha sido la separación de Crystal Castles anunciada por su mitad más visible, Alice Glass. La canadiense daba carpetazo con un mensaje en su perfil de Facebook a la agrupación que formó junto a Ethan Kath en 2004, cuando Kath la escuchó cantando en la banda de punk femenino Fetus Fatale. Con la partida de Glass, dábamos por finalizado (o quizás no) un combo que, en sus diez años de vida, se convirtió en estandarte del punk electrónico, al punto de popularizarlo entre las masas. Atrás quedan momentos memorables y todo tipo de polémicas protagonizados por esta ex pareja artística de Toronto. Queda también, eso sí, su legado musical, legado que repasamos en díez (más un) temas, todos ellos trallazos para la pista.
10. Vanished (I, 2008)
Sampleando Sex city de Van She (su debut contenía un montón de samples, costumbre que más tarde relajaron), otro single que pegó bien fuerte y que resultaba especialmente adictivo gracias a su centelleante teclado, que en realidad era la mayor aportación de la banda ya que letra y melodía era exacta a la original. En realidad podría considerarse una remezcla, pero la maestría del dúo le otorgó nueva vida, así que aceptamos barco.
9. Celestica (II, 2010)
Single de presentación de su segundo disco, el dúo sorprendió gracias a una atmósfera etérea que no descuidaba el baile, pero que abandonaba los chispazos chiptune, lo que se extendió al resto del disco. Los que se alarmaron al menos algo se calmaron al comprobar que su faceta punk sobrevivía en buena parte del resto del álbum.
8. Violent Youth (III, 2012)
La cabra siempre tira al monte, por lo que no era de extrañar que, a pesar de haber relajado un poco su sonido en su segundo álbum, Crystal Castles retomaran el chiptune con algo más de fuerza en su último trabajo. Violent Youth, sin embargo, toma lo mejor de dos mundos: con una letra de lo más tierna, es una lástima que no se entienda por la distorsión aplicada a la voz de Glass, que por otra parte aporta una necesaria dosis de aura grotesca.
7. Good time (I, 2008)
Tema que es un oasis de buen rollo en medio de un desierto de confusión y violencia. La influencia de los años 90 está muy presente en este tema que, por raro que parezca, también bebe de los años punk de Alice Glass. La letra, banal hasta el absurdo, se repite a lo largo de toda la canción como un mantra. Y nosotros nos adueñamos irremediablemente de él.
6. Empathy (II, 2010)
La prueba empírica de que Crystal Castles no era únicamente un grupo de moda, Empathy fue la más clara crítica social que el dúo canadiense facturó en sus 10 años de vida. Bailable a la par que inquietante, en este tema con claras influencias post-punk el dúo demostró que la cierta madurez alcanzada en su segundo álbum no era únicamente cuestión de actitud; también habían crecido (y mucho) musicalmente.
5. Sad eyes (III, 2012)
Furia, esa es la palabra, recogida en el amenazante sintetizador que eclipsa al resto de elementos de la canción (y que suena un poco al bakaleo de la banda sonora de Mortal Kombat). En contraposición está la vaporosa interpretación de Glass, que otorga al conjunto un aire de bipolaridad que supone un fiel reflejo de aquellos momentos de tristeza en los que pasas de la fragilidad al cabreo en segundo y medio. Sin dejar nunca de bailar, claro.
4. Year of silence (II, 2010)
¿Bailar Sigur Rós? Claro que sí. Una pieza de electro-pop más relajada pero también accesible para la pista donde samplean Inní Mér Syngur Vitleysingur de Jonsi y compañía. Una inesperada y maravillosa apropiación. Ah, y cuando decimos que Trust maman de Crystal Castles que da gusto (obviando la relación de ambas bandas), nos referimos a temas como este.
3. Alice practice (I, 2008)
El chiptune y el punk en su máxima expresión, todo desquiciante y alocado, que puede hacer que más de uno lance los altavoces por la venta. Un tema bailable a su manera que demostró que Crystal Castles podrían gustar o no, pero jamás pasaban desapercibidos, especialmente en su debut. Por ejemplos como este dejan constancia de que son irreemplazables.
2. Not in love feat Robert Smith (II, 2010)
La primera versión ya era un temazo de tomo y lomo, pero el dúo decidió llamar a Robert Smith y cederle todo el protagonismo vocal, aparte de otorgar mayor peso a este aspecto y «popizarlo», dejando las voces robóticas a un lado. Así nació un hit que todos hemos bailado hasta la extenuación. Y es que al veterano músico le sentaba la mar de bien el tono del tema, incluso a nivel lírico (ese «fascination ends» es The Cure 100%).
1. Crimewave feat Health (I, 2008)
Para su primer éxito unieron fuerzas con los también grandes Health (que se merecen mayor reconocimiento y varios monumentos), en un tema que insuflaba nuevas energías a la de vez en cuando aburrida pista de baile. Además cuenta con un final a cargo de un solo de batería desbocado ideal para acabar «toa loca», como solía hacer Alice sobre el escenario.
Bonus track: Death (Crystal Castles Remix) – White Lies
El dúo, aparte de la grandeza de su propia obra, también destacaba por confeccionar grandísimas remezclas, donde cabría destacar la reinterpretación radical del mayor hit de White Lies. Despistan de primeras al comenzar de manera ambiental, pero luego pisan el acelerador y los BPMs se multiplican en un número enardecedor que muchos preferirán al original. Oro puro.
Emilio Morales & Jarto