Thom Yorke – Tomorrow’s Modern Boxes
Hay pocas voces y sonidos que nos acompañan desde la adolescencia, que conocemos mejor que las de todas nuestras ex-parejas, incluso nuestra madre.
Que siempre nos hace sentir la botella medio llena.
Que siempre nos descorcha los tapones más roídos de nuestro cerebro.
Y así comienza (A brain in a bottle) esta alegoría a la suavidad electrónica: reconfortante, familiar, sincero y a la vez buscando en el aire puntos suspensivos.
No tienes que pensar dos veces dónde estás, ya has abierto la puerta de su mundo, el mundo de Thom Yorke, como dice en su segundo corte Guess again!, que te llevará al Amnesiac, incluso al mejor Kid A (de nuevo en familia):
“As one door shuts
another opens
Guess again!”
En el tercero nos muestra su lado más intimista, sin hacer interferencias (Interference) en todo aquello que nos quiere decir cara a cara:
“We stare into each other’s eyes
like jackdows, like ravens
The ground may open up and swallow us
In a instant
A instant.”
Cuando creías que el camino se estaba volviendo más sinuoso llega The Mother Lode, tu cabeza empieza a moverse de arriba abajo, y los hombros dibujan círculos concéntricos en tu espacio vital. Un tema que no necesitará ningún remix para bailarlo al contratiempo de la voz de Thom.
Pero cada subida tiene su bajada, y no hay mejor cuesta abajo que en el regazo de Yorke, que te mece y entiende con la fuerza de la verdad. Truth ray:
“I know, I´ve lost everything
in the dust in your eyes
and in your head.
A rose-colored evil way
to the lowest common ray.
I won’t let go, I won’t let go
Don’t let go, don´t let go.”
There is No Ice (For My Drink) consigue desperezarte súbitamente del letargo existencial que te había llevado en su último corte, aunque sea sólo eso, despertarte.
Y llegamos al final de los silbidos electrónicos con Pink Selection y Nose Grows Some, temas que se dan la mano en relevo bajo un piano distorsionado y retirado, y la voz agónica de Thom que aparece tras las cerros más altos y lejanos. Acabando esta belleza de álbum con la frase más demoledora de todas:
“(One day I´ll grow up tall
I will be with you).”
Tomorrow’s Modern Boxes es una montaña rusa de emociones. Tan suave y dañino como el mejor de los besos. Y que no me queda más que decir gracias por seguir ahí tras todos estos años. Y seguir entendiéndome.
Puntuación: 9