Yann Tiersen en La Riviera, Madrid

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A las 21:30 en punto, tras un grupo de rock californiano -Black English- que podría llevarte a perder definitivamente la fe en los preliminares (la calurosa acogida que recibieron te hacía intuir lo fácil que lo iba a tener hoy) saltó por fin al escenario el plato fuerte de la velada, primero Yann Tiersen; después el resto de su banda.

Slippery Stones fue el primer tema que lanzó hacia un mar entregado y comenzó a dibujar en círculos concéntricos la base del más que predecible (calcado a la mayoría de sus últimos directos) set list; centrado en su último trabajo Infinity.

Así fueron flotando A Midsummer Evening, Lights, In Our Minds, The Crossing… Y un esplendoroso Ar Mean Bihan.

Entre medias se colaba algún tema del Dust Line o el Skyline, como por ejemplo una acortada Palestina, o en -sin duda- uno de los momentos cúlmenes de la noche con The Gutter.

Por supuesto la más aplaudida fue Le dispute. Pero estaba claro de antemano, pese a la impaciencia de cierto sector, que no se iba a pasear más Amelié, ni Lenin, ni Tabarly. C’est la vie.

Y si imaginable fue la lista de canciones que nos ofreció Yann esta noche, no lo fue menos sus bises: a muchos artistas les da por romperse la camisa o reventar lo que sea; al francés le pasa con las cuerdas de arco en Sur Le Fil, una imagen que es tan espectacular como distintiva. Y que sigue encendiendo al cabo de los años las mismas pasiones de todos en la sala.

Después de aquello puso punto y final a su circo musical ambulante con Till the End, por si no te había quedado claro lo de predecible.

Concluyendo, Yann Tiersen y su (Infinity) Tour nos extiende al aire un concierto sobrio, elegante, nítido y que satisfará (cómodamente) todas las expectativas con las que fuiste a escucharlo. Siempre que te hubieras dejado las pianolas y cucharas en casa.

foto: RTVE

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