La fiesta Synthzine de Valle Eléctrico
Las fiestas Valle Eléctrico sufrieron un parón hace unos meses y su continuidad era todo un misterio. No lo decimos porque peligrara su continuidad sino por el misterio latente que escondía. Pues bien, el 15 de noviembre se celebró en Madrid la primera edición de las fiesta Synthzine, una reinvención y renovación del concepto musical hasta un terreno donde los músicos y personajes invitados han sido los protagonistas de la creación de un fanzine para la ocasión y una joya para los coleccionistas: un casete de 18 temas y 75 minutos de duración de los artistas participantes más otros muy fetiche para Valle Eléctrico como HUIAS, C.I.A.N.U.R.O., MaoMaoMao, etc. En Madrid se subieron al escenario Aldo Linares, Nueva Internacional, Máquina Total, Pila y Rola dj’s, todo una maratón sintética de 8 horas.
Los primeros en romper el hielo fueron los valencianos Nueva Internacional. El cuarteto se enfrentó a las primeras horas de la noche donde el público ya acudía a la sala a pesar de empezar a las 20h. Desde agosto de 2013 la formación valenciana ha ido presentando su Eps, sin un formato de larga duración de momento. Se presentaron con 1995, un gran Ep de 2 canciones que mostraron su lado más oscuro, con barridos de guitarras y voz ininteligible en clave lo-fi, logrando plasmar el sonido perturbador y realmente envolvente. Algo más optimistas se mostraron con sus siguientes entregas, entre la que destaca Cómo perpretar un estereotipo, mucho más noventero aunque con esa distorsión en las guitarras que tanto nos gusta. Ella con el pelo cardado sin duda parecía que estuviéramos ante la mismísima Paloma Chamorro, puede que algo sosos, sí, pero efectivos.
Tras las guitarras de Nueva Internacional llegó el turno de Cumbres Carrascosa, también con unas raíces situadas en los 80 y Joy Division pero con más madera de crooner atormentado. Miguel Cámara vino de su Tenerife natal ataviado con una cazadora vaquera y cuero flecos de segunda mano oversize de aspecto dejado. Sin duda su directo fue un sentido gusto por la decadencia, el amor por las máquinas y la obsesión por el amor que el hombre pueda darles; una lucha encarnizada en la que muchas veces ganan ellas. Intensidad pero minimalismo a los sintes en una buena puesta en escena para tratarse de un único componente. Su casete Silence No de este abril y su Ep Nevertheless Introductory sonaron en el directo.
Tras Cumbres Carrascosa llegaba el turno de Aldo Linares, a quien erróneamente confundía con un asiduo dj de la noche madrileña y que incluso pensé fue al Sónar, pero no, lo que me encontré fue a, no ya un crooner, sino un galán de la escena electropop. Directamente enraizada con los ochenta y los nuevo románticos, su apariencia en el escenario y sin duda su actitud no dejó indiferentes a los fans del peculiarismo ilustrado, entre los que me encuentro. Atento y educado, Aldo Linares nos hizo gala de una retórica cuidada, sin duda, una forma de comunicación ante el público nada usual, caracterizada por la parquedad de palabras, el tímido ‘gracias’ o directamente la falsa modestia. Aldo Linares presentaba cada tema cual gala de casino de alto postín y mucha laca con la intención de hacernos llegar su discurso al corazón. Sus temas de amor -como él los llamaba-, eran tal cual, una oda naif e íntima al synthpop de los 80 pero con un enlace a las producciones españolas dance de los 90. Temas como Ruido Negro, Amor Industrial o Confederados (con Linda Mirada en la original) nos transportaron a un mundo mágico, misterioso y lleno de sintes.
La cosa se iba poniendo caliente y la electrónica iba apareciendo de manera progresiva. El punto hipsteriano lo puso Máquina Total, quien con ese nombre nos recordaba irremediablemente a los recopilatorios de los 90 que siempre caían por navidad en alguna casa. Desde aquí aprovechamos la vuelta de los megamix. El catalán vuelve a los 90 desde el ‘revival’ que se ha sentido desde sellos dedicados al waporwave, al r’n’b-pop de negra de los 90, el soul y con guiños al balearic. Tampoco le hace ascos a las baladas ochenteras como en L’amor és per sempre, que demuestra que Maquina Total está en la onda de lo que se lleva ahora en ciertos circulos tipo sello Astro Nautico pero de igual modo a la escena electrónica catalana. No defrauda en lo digital pero en directo la cosa se vio lineal en el sonido aunque sus Cascades de sorra la bailamos todos y toda su legión de amigos-fans.
PILA fue todo lo contrario, toqueteando, jugando e improvisando ante el sintetizador. Jose Martorell se divierte con los aparatos como muchos grupos ‘innovaban’ a principios del 2000 cuando toda la cacharrería se convertía en casquería fina en manos de los músicos. Momentos delirantes, mezcla de sonidos de aquí y de allá y una sensación de manipulación en directo interesante. Músico del 8bit magnificado, con momentos más lineales y otros más bailables, sin duda una propuesta más tangible y original para un enfoque diferente de lo synth.
Tras los 4 directos, era el momento de ROLE en su vertiente dj, que nos ofreció un compendio variado de lo mejor del la electrónica en su vertiente más post-dubstep y todo el popurrí de nuevos creadores electrónicos en torno al género, como momentos deliciosos de Caribou y otros delirantes como el Windolicker de Aphex Twin, cuando les dimos gracias y mil gracias a ROLE por pincharlo. Se dice que desde que salió el tema allá por los 90 nadie lo ha escuchado en una sesión discoteca. Agradecidos por la buena acogida, agradecimos también que se quedaran 1 hora más aunque nos quedamos con las ganas de escuchar a Salvatore Rosso, quien no pudo llegar a Madrid a tiempo para pinchar.
Queremos más Synthzine, queremos más sintetizadores, queremos más artistas locales y emergentes, queremos calidad, sentirnos en familia y descubrir nuevos talentos y disfrutar de los que ya lo han demostrado. Y lo tendremos… el próximo día 21 en Razzmatazz, Barcelona, y en Bilbao el 6 de diciembre en Sonora (aquí el cartel), y en la próxima fiesta Valle Eléctrico donde caerá algún internacional de peso también.
La de nueva internacional no lleva el pelo cardado, es rizado natural. De nada 😉