Hooray for Earth – RACY
Una pena que hoy Hooray for Earth se hayan decidido separar tras tres discos, tres EPs y varios singles, porque aunque nunca fue una banda rompedora ni especialmente popular, es de las que si conoces les coges cierto cariño. Este último RACY no es su mejor disco, especialmente tras el excelente True Loves, pero es una buena despedida. Quizás saben que el tema no da para más y hayan preferido irse con dignidad antes que ir perdiendo fuelle y quedar relegados al olvido. No encontramos hits tan vibrantes como el que daba nombre al anterior álbum, No love o Never, ya que se trata de un conjunto de temas algo menos directo, quizás hasta indigesto para algunos de primeras, pero pocas escuchas otorgarán muchos puntos a su favor.
Bueno, miento, hay un corte que engatusa a la primera por la emoción imprimida por su cantante, los centelleantes teclados y un estribillo quizás algo forzado pero 100% efectivo: Say enough. Y hablando de teclados, aunque estos no falten, los motivos electrónicos tienen menor peso que en su obra previa, con guitarras bastante potentes, como en Hey y el single Keys, que sirven de apertura. Aunque nada que se sale de madre, y más bien se mantienen en la onda de la ELO, con ese toque art-rock, e incluso les sale cierta vena hortera de AOR estilo Toto en Last, first. Sin embargo, y a pesar de cualquier etiqueta emparentada con el rock, las melodías pop son las que mandan.
Quizás lo que he comentado sobre el estribillo algo forzado de Say enough se extienda a otros cortes, ya que la mayoría de temas tienen vocación de singles, con varios subidones e interpretación muy sentida. Pero al igual que en ese tema, la maquinaria no chirría demasiado, y a pesar de todo se percibe cierta honestidad en su manera de entender este pop-rock de tintes estratosféricos. Incluso en la grandeza de su tono hay cierta sencillez y falta de pretensiones hacia una profundidad impostada. Se sienten cercanos, haciendo gala de una épica de andar por casa, no inaccesible como la de por ejemplo Arcade Fire. Pues así les recordaremos: no nos cambiaron la vida, no nos vendrán a la mente muy habitualmente, pero cuando lo hagan nos acordaremos de cómo nos hicieron sentir en ciertos momentos puntuales. Puntuales, pero gloriosos.
Puntuación: 7