10 canciones de 2014 que no queremos volver a escuchar jamás

Meghan-Trainor

2014 y la radiofórmula sigue convirtiendo canciones decentes en pesadillas imposibles de evitar. En muchos otros casos ya nacieron como pesadillas que directamente se convierten en cáncer de SIDA musical. Aparte de explotadas, algunas tienen ese «toque especial» que provoca que muchos queramos hundir el puño en cualquier cosa que grite de dolor al hacerlo. Pero 2014 está terminando, y muchas ya están dando sus últimos coletazos, pero otras seguirán presentes en nuestra cultura popular por los siglos de los siglos, que se añadirá a otros «clásicos» que desearíamos no haber conocido. Rezad para que la mayoría se esfumen por siempre jamás. Y por ello, ni incluyo los enlaces a las canciones, además de porque todos ya las habréis escuchado (si no, seguid sin hacerlo).

Meghan TrainorAll that bass

Por desgracia todavía le queda cuerda para rato, al menos en España, que ya se sabe que siempre llegamos tarde y mal. Que no, que porque algo tenga tufillo sesentero no va a ser siempre más válido que por ejemplo una producción estilo Guetta. Y es que si su nivel de irritabilidad a nivel musical está por las nubes, y además pretende ir de feminista cuando en realidad no lo es (atentos a la letra: tela). Así que mejor que la chica se dedique a vender de casa en casa productos de Avon (tiene cara y actitud de ello, ¿verdad?).

Idina MenzelLet it go

Adele Dazeem para los amigos (John Travolta, básicamente), nos conquistó a principios de año (y cuando digo «nos», me refiero a los maricas) con el tema más exitoso de Disney desde El Rey León. Eso sí, ni la película, bastante normalita, ni la banda sonora, estaban a la altura de este clásico intemporal. El caso, que todos la berreamos como si no hubiese un mañana, pero antes de que acabásemos afónicos perdidos nos agotó culpa de tanto griterío desmedido y tanta interpretación caótica en los karaokes de medio mundo.

Calvin HarrisSummer

Aunque alguno de mis compañeros le adore (no diré nombres), el bueno (buenorro) de Calvin se ha convertido en una parodia de sí mismo al hacer una y otra vez más la misma canción en diferentes tonos y distintas voces. En esta canta él mismo, con una voz nasal inédita en su discografía que se torna insoportable, además del consabido estribillo instrumental que de tan chusco ni divierte (y eso que muchas veces lo chusco divierte). La mayoría de su disco podría aparecer por aquí, pero ningún tema ha contado el nivel de explotación de este churro.

Taylor SwiftShake it off

Su disco acabó entre nuestros favoritos de 2014, pero la elección de Shake it off como primer single no fue la más acertada, más cuando tiene un buen surtido de temazos y este en cuestión no resume la esencia del conjunto. Que sí, que mucho «ji, ji, ju, ju», pero el manido mensaje anti-haters, como el tan explotado aire neo-soul buenrollista, además de un estribillo que es pólvora mojada pero a su vez enervante, hace que merezca un puesto en esta lista. Si además ves el vídeo, donde Taylor intenta ser graciosa, pizpireta y dicharachera, el acabose.

Pharrell WilliamsHappy

Siempre me he considerado fan de Pharrell, pero desde la primera escucha el tema no me convenció demasiado, pero me podía echar un baile gracias a su indudable flow. Pero claro, el nivel de explotación que alcanzó en la primera mitad de 2014 resultó poco recomendable para la salud mental de muchos. Por suerte en los últimos meses se ha relajado y todavía más gente ha acabado aborreciéndola, por lo que con suerte no volveremos a «disfrutar» de ella nunca más. Y Pharrell, bonito, déjate de niñerías para toda la familia y vuelve a parir temazos como Milkshake.

Magic!Rude

Tanto la banda como la canción ya han quedado en el olvido, gracias a Dios. Un auténtico horror del que todavía me preguntó el porqué de su éxito. La melodía es vaga y no tiene gancho, la letra, si es que alguien le hace caso, podría tener gracia si parodiara el contexto conservador del que trata (tener el consentimiento del padre de ella para pedirle la mano, aunque él sabe que pinta mal, pero es muy rebelde, y lo hará con o sin él), el sonido se acerca al raggae en clave pop y es de risa y la voz de posadolescente yanqui emporrado pero de buen corazón apesta. Un esperpento.

John MayerAll of me

Es gracioso como en España sudábamos de este hombre completamente y este año todas las pijas tienen esta canción como referencia del amor que sienten por su churri (llamado Bosco). No es que resulte exasperante, ya que al final se trata de una balada a piano sin demasiados excesos interpretativos, pero el nivel de azúcar es tan excesivo, pero sobre todo facilón, que ya la escucho sonando en futuras bodas (si no lo hace ya) en el típico baile «agarrao» de la pareja mientras las señoras se suenan los mocos. Si ser romántico significa esto, prefiero vivir en un mar de vinagre.

Jason DeRulo feat. 2 ChainzTalk dirty

La única razón por la que dejamos vivir a este tipo es porque está muy bueno. El resto, a la basura. El anterior disco pasó bastante desapercibido y parecía que nos habíamos desecho de él, pero con este último lo ha petado (al menos en lo que se refiere a singles, discos habrá vendido dos), y además de manera más estridente si cabe, en el peor sentido del término. Otro que ha extendido el uso del estribillo a modo de riff (que Popjustice denuncia, y hace bien), y con ese tufo arabesco que ni viene a cuento ni resulta agradable. Ah, y también habría que incluir Wiggle. Ish.

Iggy Azalea feat. Charli XCXFancy

Gracias a Dios que en España no cayó, al menos en la radiofórmula, pero aun así no me puedo callar: oír a Iffy Azuzu (gran mote de Azaelia Banks) rapear es un suplicio para los amantes del género. Yo no lo soy, y ya me lo parece. Y aunque la Banks sea retrasada, casi que me uno a ella a la hora de destrozar a esta rapera de chichinabo (VERGÜENZA AJENA). En realidad se podría incluir cualquier tema de la ¿nueva reina del rap? Por suerte el estribillo de Charli XCX salva un poco la función, pero resulta complicado maquillar tan poco talento. Menos mal que nos queda Nicki.

Maroon 5Maps

La voz de Adam Levine cada vez suena más alta y más aguda, y sabemos que puede que cantar en un tono que no genere una ola de bolis clavados en tímpanos. Y el acabar cada frase del estribillo en ese «iuuuuh» no tiene nombre. Al final de una, vale, ¿pero en todas? ¿TODAS? Luego la canción, sin ser gran cosa, tampoco es de lo peor que han publicado, y en realidad resulta bastante plana y sin brío, y por ello la obligación de incluir el «iuuuuh», para que al menos vocalmente resaltase (para mal). Pues mira, para que resalte así casi mejor ahorrárselo.

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