Daniel Van Lion – Fugu
Al igual que en Barcelona se pirran por Pional o BeGun, en Madrid también se saborean ritmos electrónicos y de vanguardia. Es el caso de Daniel Van Lion, uno de nuestros músicos fetiche a quienes se hemos dedicado muchas lineas como asistentes a sus conciertos en la capital. Tras su primera entrega Introduction to a Natural Era de 2014 vuelve con Fugu, un esperado Ep, que aborda de nuevo la efervescencia de la electrónica nacional enfocada desde el productor en solitario. Fugu, o el venenoso pez globo, se presenta igual de intrigante y planeadora como su antecesor, fruto de una amarga experiencia de su pasado reciente y de la que como artista tiene la suerte de canalizar cada sentimiento a través de la música. En este EP también se atisba de nuevo un amor hacia la electrónica desde la esencia, sin caer en los tópicos y manidos ritmos que sacuden la actualidad musical y que, primero enganchan, pero tienen el peligro de caer en el olvido. Así con la electrónica de manual, -y con una visión actual de la música-, sabe crear paisajes IDM que les dan en toda la cara a aquellos que dicen que ‘es un género frío’.
En Polarlicht comprobamos la difícil tarea de crear un ambiente propio con el poco uso de sus elementos y que Daniel sabe explotar para mantenernos siempre pegados a la canción y en la que el IDM más purista de los comienzos de Autechre hace acto de presencia. Mystical Child se sube al ambient de bombo reposado con una tímida guitarra ochentera, que marca la canción y le da un toque nostálgico y preciosista, consiguiendo mezclar una interesante pulsión entre el pasado y presente. Fugu sería el más hipster de los 4 cortes, donde acumula capas de sintetizadores con toques más coloristas del resto de temas, en una conexión evidente con el veneno del pez, unos sintetizadores tóxicos que no matan sino que se nos mete en el cuerpo para darnos una felicidad como si de una droga se tratara. Y no hay que olvidar A Invisible sadness, que sería la cara B de los singles de Fatima Al Qadiri llevada a su parte más melancólica. Así Daniel Van Lion presenta en su segundo EP otra propuesta consolidada y que suma en sinergia la calidad de los músicos de la electrónica nacional.
Puntuación: 8,5