Top 10: lo que no has bailado ni bailarás en el Orgullo 2015
Un año más se celebra el Orgullo Gay o LGTB entre la alegría de que Estados Unidos haya legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo (para lo bueno y para lo malo, el país es el espejo en el que se miran muchos). ¿Y qué mejor que celebrarlo con la mejor música? Pues no, siempre la misma mierda, así que aquí se plantean diez alternativas a la caspa de siempre. Y es que tampoco hace falta irse tan lejos para descubrirlas, pero hay quien lo quiere todo mascadito y en bandeja. Pues ale.
10. Belle & Sebastian – Enter Sylvia Plath
Algunos ven a la escritora como un icono gay (no todos tienen que ir vestidos con plumas o filetes de ternera para serlo), pero si entra esta canción en el top es por tratarse de la primera de la banda que podrías bailar en una disco (cosa que jamás sucederá). Pero por si fuera poco se decanta por un estilo casi hasta eurovisivo, pero sin acabar revolcándose en la vulgaridad. Además, aunque sepamos de buena tinta que Stuart Murdoch es hetero, nunca ha dejado de explotar cierto aire de ambigüedad.
9. Gepe y Wendy Sulca – Hambre
El chileno junto a otros muchos compatriotas se están convirtiendo en auténticos iconos gays por un desparpajo pop que no entiende de postureo indie. Por si fuera poco ha contado con la diva gay latina kitsch por excelencia, que aporta una maravillosa estrofa, y además hablan de montarse una orgía (cliché gay, pero verdad como un templo). Sus ritmos latinos deberían evitar que acabases bailando ese horror de Nicky Jam y Enrique Iglesias (¿qué te ha pasado Enrique? ¿QUÉ?).
8. Lo-Fi-Fnk – Will u b there?
Casi todo su nuevo disco es un desfase homosexual sin parangón, pero quizás este sea el tema más deudor de este á,bito. Incluso tiene un luminoso riff de teclado que es primo hermano del de Gimme gimme gimme de ABBA (no, Madonna no lo inventó en Hung up, que ya vale), que ya se sabe que los suecos son muy profetas en su tierra, no como nosotros (por otra parte normal viendo el percal). Una fiesta caleidoscópica que tanto The Tough Alliance como The Sound of Arrows se apuntarían.
7. Ronika – 1000 nights
El mundo del pop es injusto, y por ende el LGTB no iba a ser menos. El irresistible revival de las divas de los setenta y ochenta de Ronika lo petaría allá donde fuese si muchos escuchasen algo más que los recopilatorios de Muerta Sánchez. Este tema en cuestión es uno de los ejemplos más disfrutables de su corta carrera, con un estribillo que vocalmente rememora a Sandra, la del Maria Magdalena. Algunos hasta se animarían con las hombreras y los cardados. Pero no, así es la vida (pop).
6. Fifth Harmony – Sledgehammer
Unas de las canciones que debió petarlo el pasado año y se quedó a medio gas es el tema más descaradamente petardo en el disco pop del año según Stereogum y Pitchfork. Bueno, aunque lo califiquen de pop se trata más bien de r’n’b, y este caso es de las pocas excepciones puramente pop. Un estribillo infeccioso dividido en tres partes y una producción que se desliga de lo convencional en el mainstream (yo le veo hasta un puntito a M83, oigan). Y ese vídeo, ¡ese vídeo con esos difuminados!
5. Years & Years – Desire
El mundo LGTB no dista demasiado del hetero más allá de una mayor fijación por ciertos ámbitos. Las ansias de indagar no son muy comunes y acabamos escuchando lo que nos pongan. Es decir, de Years & Years solo pincharán su hit King, cuando Desire es tan hit y sobre todo más marijose. El pasado año también estuvieron en la lista y evidentemente no escuchásteis Real en sitio alguno. Pues bien, incluso siendo más o menos famosos a día de hoy, tampoco tendréis la posibilidad de escuchar nada más.
4. Joe Crepúsculo y La Prohibida – La verdad
Joe tiene una pinta de hetero que tira para atrás, pero nunca ha hecho ascos a la hora de gustar entre el público LGTB. Tanto que forma parte de la programación del Orgullo en Madrid. Aun así la mayoría ni conocerán al susodicho y menos este chochi hit de su último disco, incluso aunque se junto con un icono tan evidentemente LGTB como La Prohibida. Puede que la presencia de esta ayude, pero el resto querrán que termine y comience Que trabaje Rita o alguna mamarrachada de esas. Meh.
3. Javiera Mena – Los olores de tu alma
La verdad es que la mayoría de temas de Otra Era podría aparecer en la lista, pero me quedo con el que abre el disco por una razón de peso. Tiene un toque de latineo y electro-tribal en la mayoría de su minutado que sin duda invita a bailar, pero sin comerlo ni beberlo explota su vena más zapatillera tras en el subidón de la última parte. Conclusión, que lo tiene todo. Y es una pena que la chilena solo siga manteniendo su estatus como icono lésbico a un nivel alternativo. Será que hace post-rock, vamos.
2. Alex Casanova – No puede ser
Una letra que retrata buena parte de las relaciones gays contemporáneas basadas en valores tan absurdos como la competitividad o el desmedido ego (enorme la frase «te interesa que yo pueda presumir»). Tanta tontería reflejada en un pelotazo que suena a verano y que rememora el dance de los noventa de la escuela de Whigfield. Bailad, pero no olvidéis de escuchar el mensaje, que a muchos buena falta os hace, ¡hombre, ya!
1. Shamir – On the regular
Debería ser todo un icono gay, pero parece que este tipo de personajes solo pueden ser divas en el caso de mujeres y chulazos o travestis si son hombres. Y aparte de su imagen y voz, tan andróginas y con tanto rollo, su house pop es 100% gayer, y más en este tema, donde ligotea con un flow desmedido. Vamos, que sería un cliché de lo que para muchos es la música con la etiqueta de homosexual (o lo que ellos creen que es), pero él le da una vuelta de tuerca y aporta nuevos matices. Sin dejar de bailar, claro.