Top 10: los nuevos talentos de la escena belga (I)
Como ya se hizo hace un tiempo con nuestros exitosos posts dedicados a Polonia y Francia, hoy nos centramos en ese pequeño pero fructífero país que es Bélgica. Lugar de escenas y artistas propios y otros de adopción, ha sabido sobreponerse a su «enemigo» Holanda y a su pique dialéctico con la cercana Francia. Si bien Bélgica posee entre sus idiomas oficiales el francés, muchas son las confusiones que se han creado por compartir idioma -sí, Jacques Brel es belga-, pero no olvidemos que su riqueza lingüística es también rica por su parte flamenca, algo que se ve reflejado en su crisol musical.
Bélgica acogió ya desde sus años 60 a muchos españoles e italianos a trabajar a sus minas, y así el español Paco Paco sentó las bases de sus rumbas en Amberes o el italiano Adamo afincado desde niño en Bélgica, creó la que fue y es el himno por antonomasia de Raphael, Mi Gran Noche. Más tarde la escena electrónica irrumpió en el país con la aparición de la New Beat, estilo propio, mezcla de rarezas house y techno. La belpop (no confundir con la nueva banda Belpöp) también reunió un buen número de artistas bajo este paraguas en los años 80, y hasta la new wave tuvo su punto álgido en grupos de culto como Pas de Deux, ninguneados en su actuación del año 83 en Eurovisión por ser demasiado modernos para su época.
En la actualidad, otros artistas copan la escena mundial, pero al cantar en francés, pensamos que son franceses, ¡pero no! Y tampoco nos imaginamos que sean de Bélgica. Destacamos Hooverphonic, Stromae, Kate Ryan, Soulwax, Technotronic o Vive La Fête. Y ahí van los que a nuestro juicio, son claros exponentes de la ‘nueva ola’ belga.
Soldier’s Heart
Ya hemos hablado previamente de este este grupo en nuestro «En el punto de mira» allá por 2013; sin embargo ahora los rescatamos con motivo de su disco, por fin a la venta desde principios de este mes y de nombre Night by Night. El quinteto belga continua en su estética pop hedonista, sin grandes hazañas en lo electrónico pero con un estilo popero muy cuidado. Sin duda, la personalidad de Sylvie Kresusch, vocalista y líder, es clave para entender el peso de ella en la banda; mitad excéntrica, mitad contenida, también nos regala un timbre de voz dulce y con personalidad que transmite en cada tema. Soldier’s Heart suponen el triunfo que aún suponen los concursos de talento de las bandas emergentes pop de la zona belga y su influencia, así como la continuación de la estela pop del país, que sigue mirando al pop o indie sencillo y el de la grandes melodías con ese punto taciturno, melancólico y acogedor.
Le Colisée
Este vez le toca el turno a otro quinteto procedente de Bruselas capitaneado por David Nzeyimana. Otra banda cuyo despegue se ha debido a las ayudas locales y apoyo de los medios de comunicación. Su primer EP autoeditado, Vie Eternelle, data desde hace un año y aún resuena en la capital europea. Ahora cuando se disponen a sacar su segundo EP, Vie Eternelle II, y cuyo tema de adelanto es el vídeo que se puede ver más abajo para el tema Géraldine. El punto sofisticado y hortera se funde con trasfondo arty, esencia de esta joven banda y fresca, y que, además cantado en francés (lengua oficial de la región de Bruselas) alcanza altas cotas de placer vocal, musical y visual.
Mittland Och Leo
Así como Bruselas podría ser la Madrid de España, Amberes es el equivalente a Barcelona. Mittland Och Leo proceden de la capital de Flandes y se nota, con sus aparatos analógicos que son fruto de una mente más alternativa y de los bajos fondos amberinos. Respaldados por el sello independiente Ultra Eczema, auténtica institución en Amberes, han creado una banda sonora hipotética a base de sintes analógicos, temas lánguidos e instrumentales en su concepto. Su evocación sonora todavía permanece en el tímpano de los belgas a juzgar por sus directos que siguen celebrándose después de 2 años de su debut Optimists, ya que no se han prodigado mucho más en lo musical, salvo algún EP suelto en 2011 y alguna colaboración y proyecto conceptual. Colchones sonoros para unos sonidos que nunca faltan en los reproductores de los «modernos» de ahí.
Tsar B
El cruce perfecto entre FKA Twigs y Lafawndah es el proyecto de Justine Bourgeus, quien tiene la misión de recoger el testigo de los nuevos ritmos r’n’b. También goza de unos arreglos minuciosos en sus bases y la sensualidad de los ritmos cortados, a lo que sea une una infecciosa influencia árabe en parte de los instrumentos. De momento solo ha editado en formato electrónico Myth y Escalate, dos canciones que rezuman sensualidad y sobre todo fuerza y una pizca de mala leche. Nos gustan las mujeres con poderío y de bajos gordos, por lo que esperamos que su disco lo saque pronto.
Samuelspaniel
El joven productor belga bebe de los breaks de la electrónica de última generación entre las peripecias de Sophie y la parte mas new age de Oneohtrix Point Never, un estilo que cada vez tiene más adeptos entre las ratas de ordenador encerradas en la habitación. Quién sabe qué estarán armando en cada casa a escondidas, pero pocos son los que salen al exterior. Samuelspaniel fue uno de los que se envalentonó y sacó hace unos meses su corto Farniente, que puedes escuchar a través de su Soundcloud y en donde da rienda suelta a los sonidos rotos, envolventes, bailables y con el estilo naif del vaporwave. Y para guinda del pastel, esta versión del Bailando de Paradisio, grupo, por cierto, también belga.