Especial reseñas: 5 discos que no debes obviar (mayo 2016)
Little Scream – Cult Following
Si tu primer disco, a pesar de su indudable calidad, pasó algo desapercibido y además han transcurrido 5 años desde el mismo, lo mejor es tirar de agenda y llamar a Sufjan Stevens, Sharon Van Etten, miembros de The National, TV on the Radio y Arcade Fire u Owen Pallett; a medios y público les picará al menos la curiosidad. Por suerte el asunto supera esta barrera y además la presencia de toda esta gente es casi anecdótica, ya que ella es la que lleva la batuta.
Desde la pizpireta introducción el disco cautiva, pero es el, por ahora, tema más exitoso del mismo, Love a a weapon, con un regusto a St. Vincent, el que primero noquea. Luego continúa con una Dark dance que no es ni oscura ni bailable, más bien se acerca a Fleetwood Mac, pero sin regodearse en la explotada influencia. Después otro interludio, aunque hay que admitir que son la monda e introducen la siguiente canción con tino, como sucede con Evan (aunque en el caso de Aftermath desconcierta un poquito y quizás hubiese enlazado mejor con la más intrigante Wreckage). Luego hay preciosidades como Someone will notice o las elevadas Silent moon y Wishing well, que destilan un inusitado magnetismo. Pero lo que realmente define a este álbum es magia; y quizás un poco de brujería también.
Little Scream actúa en BBK Live 2016.
Puntuación: 8
Julianna Barwick – Will
Lo nuevo de la americana es, de nuevo, un viaje sensorial por parajes de extraordinaria belleza, pero nunca vacua. St. Apolonia sigue más claramente este patrón, pero Nebula esconde algo misterioso, entre raro y excepcional, con un contraste entre los ampulosos teclados y su voz llegada desde el fondo de una gran y oscura cueva. De repente en Beached todo resulta más terrenal gracias a su elegante piano, cercano, como si estuviese ambientada en una mansión solitaria, casi sin muebles, solo ella ante el instrumento, con el melancólico otoño que asoma por las ventanas. Pero con Same hay otro giro, esta vez hacia la luz y cierto optimismo en el tono, pero con cautela, al igual que en Wist.
En Big hollow plasma cierta paz de espíritu que muchos ansiamos y pocos encuentramos. Y si el piano de Beached era cercano, en Heading home se torna como mucho más mundano, en el buen sentido, ya que, como su título indica, se trata de un acto único pero que desembocará en lo que ya conocemos y añoramos. En Someway aparece una voz masculina que recuerda a Anthony Gonzalez en el tono, aunque la manera de interpretar es más Jonsi. Y de nuevo sorpresa, esta vez para cerrar, con See know, más convencional en su sonido, que si no fuera por el poderoso sinte recordaría a Sigur Rós. Un cierre a lo grande para un disco tan sugerente como abierto a la interpretación.
Puntuación: 8,2
Young Magic – Still Life
El dúo ha publicado su mejor disco, y eso que el debut estuvo más que bien y su sucesor pegó cierto bajón. En este tipo de casos se suele esperar que el tercero suponga todo un descalabro, pero cual ave fenix han resucitado, y sin traicionar a su sello de identidad, lo que hace de este triunfo algo todavía más dulce. Su carácter frágil y delicado resulta todavía más patente, con una producción aún más elevada y una interpretación por parte de Melati más vaporosa (aunque hay momentos como el final tribal de How wonderful o Homage, donde ambos elementos toman fuerza).
Su pop onírico se acerca algo más al contemporary r’n’b, con un halo más exótico a juego con la portada, donde vemos a Melati en algún lugar perdido de la mano de Dios. El disco tiene la capacidad de transportarnos a aquellos lugares a los que soñaríamos visitar gracias a temones como Lucien, Held o Default memory. El único «pero» quizás radique en cierta autocomplacencia en su estilo; sin embargo, con un resultado casi redondo, las intenciones quedan en un segundo plano.
Puntuación: 7,8
Kristin Kontrol – X-Communicate
Vale que el primer single, el que da nombre al disco, supurará actitud petarda y bailonga por doqier, pero en su conjunto no se puede decir que el debut del proyecto Kristin Gundred diste en exceso de Dum Dum Girls, sobre tras el último disco con su banda. Quizás haya otros matices, como el aire entre glam y sophisti-pop estilo Roxy Music de su apertura, Show me. O el electro-rock con aires de Garbage en White Street, que tampoco choca tanto, y en donde también se podría encasillar Drive the night, pero sin carácter electro, pero muy noventero. Y si cambias los sintes de la excepcional (Don’t) Wannabe por una producción algo más sucia, podría formar parte de Too True (aunque rezuma cierto aire a Texas también).
Luego llegan X-Communicate y Skin shed, de corte movido, y sí, la actitud frívola ochentera hace acto de presencia, como en el baladón «bigger than life» final Smoke rings. Aunque Face 2 face tiene más de aquel descaro rockero más cercano a los setenta de la escuela de Joan Jett. Es verdad que aunque haya momentos donde las potentes guitarras y baterías son las que reinan, hay un tufillo hortera totalmente consentido que puede que eche atrás a los fans de su otro proyecto, pero habría que ser muy cerrado de mente para no captar las similitudes. Es, simplemente, otra faceta de Kristin, pero ella sigue siendo la misma, única.
Puntuación: 7,5
Maria Usbeck – Amparo
El debut en solitario de esta ecuatoriana le ha supuesto entrar por la puerta grande, con cientos medios haciéndose eco de su talento, y más para una artista que aunque viva en Estados Unidos sigue cantando en español (y no lo hace en inglés porque no pueda). Quizás también haya influido en su éxito las fechas escogidas para su publicación; y es que este disco es la pura definición de verano. Bueno, de un verano más bien sosegado en algún lugar recóndito del mundo (o en el salón de nuestra casa, pero que no falte un sabroso cóctel en mano y un par de plantas tropicales para ambientar).
La producción, junto con Caroline Palocheck, que tiene muy buen ojo, es toda una delicia, con miles de matices que conviene descubrir. Porque aunque se trate de un trabajo ideal para relajarse y dejarse llevar, también resulta imprescindible la escucha atenta para así desentrañar hasta el último detalle bellezas como Moai y yo, Una de tus ojos, Playa escondida o Isla mágica. Quizás a algunas canciones les sobra un minuto quizás debido a su carácter cadente, pero tampoco supone un lastre para esta joya.
Puntuación: 8
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jarto
No tengo demasiados prejuicios musicales en lo que se refiere a géneros, unos me gustan más que otros, sin más. Lo que más me tira para atrás es la pretenciosidad, y más si resulta fallida. Hablando en plata, sin mamoneos, porque ya hay bastante en el mundo para que además pervierta lo que más queremos: la música.
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