Merely – Uncanny Valley
Nirvana de Merely se posicionó como uno de nuestros discos favoritos de 2014, por lo que las expectativas, para qué engañarnos, estaban por las nubes. Si a esto le añadimos el peliagudo reto de superar o al menos igualar al debut y consolidarse como algo más que una promesa, no es cosa baladí. En mi caso no me olía a flor de un día, y este trabajo ha sido la confirmación definitiva de que vino para quedarse.
Uncanny Valley es, según su creadora, una carta desde un futuro apocalipsis; y es que el nombre viene de la expresión «valle inquietante», reacción turbadora y hasta de rechazo hacia la humanización extrema de la tecnología, que quizás fue el motivo de este supuesto fin del mundo. Sin embargo, a pesar de la destrucción, después siempre viene el renacimiento. Como se puede apreciar en su portada, casi de videojuego de rol, y a diferencia de otras visiones sobre el tema, la belleza inherente a nuestro planeta sigue presente, y podemos contemplar una tierra que ha recuperado parte del espacio y grandeza perdidos durante miles de años.
Entre la temática, donde la naturaleza es primordial, el tono por momentos épico, el sonido sintético con dosis de experimentación pero sin olvidar la esencia pop (que para eso son suecas) y la fusión entre frialdad y humanidad, provoca la inevitable comparación con iamamiwhoami. A pesar de las similitudes, ambas pueden convivir en paz y armonía, ya que cada una plasma un universo propio que implica una aventura completamente distinta y sobre todo una ambientación única.
El elemento atmosférico juega un papel esencial en la obra de la sueca, mezclando con tino inmaculados sintetizadores y algo de orquestación clásica. El himno del disco, Backdraft, da buena cuenta de ello, gozando, por cierto, de una melodía vocal deslumbrante. Aunque Yang, junto a jj, tampoco se queda atrás, al igual que el tema más pop del disco, Libertine. Y también hay una concesión al baile (aunque tampoco hacía falta, la verdad), en la estupenda Leap through time, mano a mano con Zhala. Hasta la introducción y el interludio resultan tan majestuosos que se antojas demasiado escasos.
Además cuenta con la interesante cualidad de poder apreciarlo a varios niveles, ya que su magnificencia se puede valorar desde la primera escucha, pero necesita de varias más para desentrañar todos sus misterios. ¿Qué nos quiere decir Merely exactamente? ¿Es una obra profética? ¿O solo una fantasía de una mente fuera de lo comun? Sea lo que sea, y a pesar del significado del título, rechazo es justo lo que no desprende este disco. Y es que su belleza resulta casi cegadora.
Puntuación: 8,5