Primavera Sound 2017: el cartel en 10 puntos
El cartel de Primavera Sound 2017 nos ha pillado por sorpresa y todavía estamos asumiéndolo. Pero de primeras ya se pueden obtener unas cuantas ideas.
Su presentación
De repente, sin comerlo ni beberlo, ya teníamos el cartel en nuestras vidas. ¿Por qué este nuevo giro en su política de anuncio? También sorprende que no haya venido acompañado de algún vídeo, juego, gala o algo que haga de este acontecimiento más especial. ¿Falta de presupuesto? ¿De interés? (se va a vender igual) ¿Nos espera alguna sorpresa más hasta mayo?
Unos cabeza de cartel no tan obvios
Salvo Bon Iver y The xx, que era de esperar encontrarles. ¿Alguien esperaba al resto? Por Arcade Fire, que resulta obvio, pero en el sentido de que forma parte del jota, caballo o rey del indie de masas internacional, nadie apostaba, ¿habrá nuevo disco en camino? Clásicos como Van Morrison o Grace Jones, la ristra r’n’b, Aphex Twin o Descendents tampoco aparecían en muchas apuestas.
El compromiso por el contemporary r’n’b
Solange, que ya acudió en 2013, Frank Ocean y Miguel son un triunvirato de artistas de r’n’b que hará que se decidan muchos que quizás dudaban de ir. Sin dejar a un lado cierto carácter comercial, porque al final vienen de donde vienen, los tres han sabido aunar riesgos que por desgracia las listas han obviado. Puede que ello haya propiciado que su caché no esté por las nubes y así puedan acudir a un festival como este (no como, por ejemplo, The Weeknd, que estuvo hace años y ahora resulta utópica su presencia).
Un mito pop
En el festival se echaba de menos un icono pop como Grace Jones, que va más allá de modas y que a sus casi 70 años muestra mayor vigorosidad que muchos jovenzuelos. Pero sobre todo se echaba de menos una estrella del pop que casase con los preceptos de la organización: se puede ser petarda (hasta cierto punto), pero nunca hay que perder la presencia, buen hacer, elegancia y actitud.
La escena nacional hip hop, antes y después
Llama poderosamente la atención la presencia de 7 Notas 7 Colores, clásicos del género en nuestro país, y que posiblemente se los considere Los Chichos de este año. Bueno, quizás no de manera tan extrema, pero de primeras sí que choca su presencia. Por otra parte no faltarán Agorazein, el colectivo trap que están arrasando a día de hoy entre adolescentes y no tan adolescentes.
Una letra pequeña ¿complicada?
No sé si soy yo, pero es la vez que menos nombres he reconocido en la letra pequeña. Quizás sea mi incultura o que el festival ha apostado por un espectro más desconocido, quién sabe. El caso es que va a tocar empollar, que seguro que hay joyas escondidas. Eso sí, me da miedo que solo termine en grandes conciertos porque los cabezas son de impresión (en 2015 pasé de todos y aacabé casi siempre en pequeños y medianos nombres, y, oye, qué gustazo no morir aplastado).
Buen equilibrio entre presente, pasado y futuro
Hay clásicos, pero no es una edición en la cual sus puntos fuertes se basen sobre todo en el pasado. El presente, o al menos los últimos 10 años, están firmemente representados. Y, como ya he mencionado con la letra pequeña, se apuesta por gran número de bandas y artistas poco conocidos que pueden dar mucho que hablar en el futuro.
No hay (casi) nada que sea de una vez en la vida
Si lo pensamos poco hay que no podamos haber visto en otras ediciones o festivales nacionales en los últimos tres o cuatro años. Un Blur, The Knife, The Replacements, Radiohead o Postal Service, por ejemplo. Miguel y Frank Ocean puede ser una excepción, pero más porque no nos visitan que porque no hagan demasiado conciertos. Bon Iver estuvo hace cuatro años de gira, que no es poco tiempo, pero tampoco una eternidad. Quizás Broken Social Scene, que llevaban eones sin nuevo disco.
Mucha electrónica, aunque no muy popular
Salvo Skepta, John Talabot o Aphex Twin, se echan de menos más figuras de renombre del género electrónico. Por suerte, si se indaga lo suficiente encontraremos propuestas de lo más atractivas para los amantes del género. Tantas que a veces parece más Sónar que Primavera. Y si vuelven a apostar por el escenario playero, lloraremos de alegría (aunque esté un poco en Mordor). ¿Y para terminar bailando la última noche previo a Dj Coco? ¿Skepta? Habrá que ver.
El clásico que nunca falta
¡Viva Shellac!