Especial reseñas: 5 discos que no debes obviar (marzo 2017)
Tei Shi – Crawl Space
Un par de años después de un EP, Verde, que se ganó las simpatías de muchos, la argentina residente en Nueva York edita al fin su debut en largo en un contexto muy propicio donde el r’n’b elegante y con un puntito «avant» manda. Sin embargo esta situación es un arma de doble filo: estar hasta el gorro de este tipo de propuestas y solo tener en cuenta las que realmente sobresalen. Era de esperar que ella fuese una de las elegidas, aunque han de atenerse los que busquen un disco up-tempo. Fans de lo último de Solange y similares, bienvenidos.
Se trata de un trabajo con cierto poso autobiográfico, incluyendo grabaciones ¿reales? de ella misma de pequeña (en una se considera una mala cantante y de mayor quiere ser como Britney: ¡ja!), donde también recupera sus raíces latinas en Como sí, pero donde las canciones son las que mandan. Por Keep running mataría Tinashe; Crawl se sitúa entre lo exótico y freak, pero resulta tremendamente adictiva; el minimalismo hipnótico de Justify es un polvo sonoro de los que no se olvidan; demuestra que es una cantante soberbia en Creep, con ramalazos muy Mariah; o nos invita a soñar con ella en Sleepy. Algún tema quizás resulte demasiado genérico respecto al género, pero por lo demás es un disco a admirar.
Puntuación: 7,7
Drake – More Life
Aunque Views estaba considerado como álbum y este como una playlist (what?), este nuevo lanzamiento le mea encima, hablando pronto y mal. En su momento capitaneo un post sobre los discos devorados por la expectativas durante 2016, pero esta vez el canadiense se merece al menos una pequeña reseña. Peca lo mismo que el anterior: es más largo que un día sin pan. Sin embargo hay mucho más donde rascar.
Aunque empieza en modo trap genérico (aunque Free smoke tiene su aquel), a continuación se embarca en una odisea musical a través de una noche de verano, el contexto en el que, según él, se desarrolla el disco. Enlaza cuatro temas de aires tropicales, pero sin caer en los manidos sonidos de esta moda, donde sobresale lo sugerente de Passion fruit y el art house de Get it together. Después de un bonito tema junto a Sampha (que podía haber dado más de sí, la verdad), sigue con la tralla trap y grime, con interludios que sobran (aunque el de Skepta mola lo suyo) y temas de relleno, pero también con mucha chicha, como Glow, Can’t have everything, Fake love o Teenage fever. Le quitas un tercio de cortes y hubiese sido tremendo. Aunque, como supuestamente se trata de una playlist, estará mejor visto amputar, ¿verdad?
Puntuación: 7,5
Spoon – Hot Thoughts
Pocas bandas podrían presumir de mantener una media tan alta en todos y cada uno de sus discos, y este último de los de Austin no iba a ser una excepción. Tras un sublime They Want My Soul, la formación amplia su paleta de sonidos y registros, como bien dejaron claro en el primer single que da nombre al álbum, dando rienda suelta a sus instintos más funkeros. También sucedía en el siguiente adelanto, Can I seat next to you, donde incluso se acercaban a unos Maroon 5 menos vendidos (y aunque sonasen igual, ya solo con no escuchar la voz de Adam Levine sería suficiente).
Es verdad que también incluyen detalles electrónicos, como al comienzo de WhisperI’lllistentohearit; o no escatiman en arreglos que le acercan al tan cacareado tropicalismo en Pink up; pero al final las guitarras se hacen con el show (y no importa, porque ambos son grandes temas). Sin embargo, obviando ligeros giros estilísticos (el más radical, ese cruce entre ambient y jazz que es Us), estamos ante un álbum 100% ellos (fans rockeros, ya podéis respirar). Sigue habiendo algún ejemplo de monotonía rítmica tan de ellos, especialmente en Do I have to talk you into it, pero, con sus más, que son los más numerosos, y sus menos, vuelven a acertar.
La banda forma parte del cartel de Mad Cool 2017.
Puntuación: 7,5
Lusine – Sensorimotor
A pesar de su origen estadounidense, Jeff McIlwain sigue la tradición downtempo europea y muchos asociaran su sonido a las islas británicas o Alemania. O a la del IDM, porque la concesión al baile sigue presente, aunque no siempre sea fácil moverse al ritmo de sus retorcidas líneas de base. Y de nuevo, al contrario que otros coetáneos, no ha querido prescindir del factor humano, que en general supone un acierto, especialmente en Ticking hands y Witness, aunque en Just a cloud pinche ligeramente.
También tenemos entre manos un disco heterogéneo aunque se pueda enmarcar en los dos subgéneros antes mecionados: encontramos el halo tropical de Won’t forget, la apuesta por el tecno en Flyaway, el delicado ambient de Canopy o el tech house futurista de The level. Y aunque la primera escucha resulte algo rugosa, con el tiempo se van destapando matices que engrandecen un disco que no va a cambiar el destino de McIlwain, que no parece que lo vaya a petar de un momento a otro al estilo de Moderat, ni el de la electrónica (innovar, innova poco), pero que se puede proclamar orgullosamente como uno de lo más notables del género durante 2017.
Puntuación: 8
Jacques Greene – Feel Infinite
Como a casi todos los magos electrónicos, al canadiense le ha costado lo suyo decidirse por lanzarse a la piscina con un primer disco. Tirando de cliché, la espera ha merecido la pena, y desde la embriagadora introducción, Fall, atrapa hasta al más escéptico. Después saca sus armas de future garage en una esquiva Feel infinite, que da brillo a la pista de baile más exigente, en lo que también le ayuda To say, de corte black house. Después su colega How to Dress Well deja la ñoñería de su último disco y se muestra exuberante y catártico en True.
El uk bass más elegante pero contundente se hace con el poder en I won’t judge y, tras un interludio ambiental que sirve de ecuador, comienza un segundo segmento que abre con el house funky de Real time. Otro glorioso interludio y el binomio de You can’t deny y Afterglow ponen el broche al final de la noche y, cuando se encienden las luces y toca ir retirándose, You see all my light provoca una levitación masiva (o quizás sean las drogas…). Noches así no se viven todos los días.
Estará en Sónar 2017.
Puntuación: 8