Especial reseñas: 5 discos que no debes obviar (abril 2017)

cataldo

Cataldo – Keepers

A pesar de que el proyecto de Eric Anderson nació hace más de una década, nunca ha dado el gran salto y quizás por fin le haya llegado el momento. Su sonido ha tomado cárices ochenteros, con briznas synth, sophisti-pop o soft y art rock, pero con un pie puesto en el nuevo milenio, especialmente en su primera mitad. Person you’d be proud of, por ejemplo, podría ser un tema de Peter Gabriel cruzado con el indie pop de los primeros 2000 (de estos años, muy Death Cab, es Room without a flame también); mientras que Between you and me toma rasgos de El Boss de su época comercial dorada que se entremezclan con el Ryan Adams contemporáneo (uno de sus hijos artísticos).

Photograph es la canción veraniega del disco, tan suave como sugerente (¡esos vientos del final!), y Little heartbeat y su «supermegapegadizo» estribillo es todo brillo y luz. Pero después el aire de sofisticación que su portada transmite se diluye en una segunda mitad muchos más directa y que a pesar de estar conformada por buenos temas, choca demasiado con la primera. Parecen dos EPs unidos más que un solo álbum, y ese desconcierto pasa cierta factura. Y aun así no se puede negar su valía a la hora de parir canciones directas, que no se andan por las ramas, con gancho y trascendentes (pero sin pasarse).

Puntuación: 7,2

Joe Goddard – Electric Lines

Tomando referencias de los 70 hasta la actualidad, el integrante de Hot Chip ha plasmado lo mejor de cada década en un lienzo de modernidad en donde no suene a pastiche retro que solo sirva para soltar un cuñadísimo estilo «¡antes se hacía mejor música!». Samplea todo tipo de canciones pasadas, pero con su consiguiente barniz de contemporaneidad, como en la apertura Ordinary madness, sensual y romántico r’n’b sintetizado donde también brilla SLO, también presente en la escapista Music is the answer, que invita a bailar para olvidar toda la mierda que sucede en el mundo.

Y no son las únicas joyas, porque el in crescendo de Lose your love, los locos giros de Home, el viaje cósmico de Children o el IDM de Truth is light son cremita. Hay un par de temas un tanto rugosos que oscurecen el colorido general del álbum (especialmente Nothing moves) y en Electric lines quizás suena demasiado a su compi Alexis Taylor, pero por lo general se trata de una divertida y didáctica epopeya por la historia de la música electrónica. Quizás un poco resumida, eso sí. ¿Sería mucho pedir una segunda parte?

Estará actuando en Bilbao BBK Live y Sónar 2017.

Puntuación: 7,8

Pacific Coliseum – Coastal Haze

Jamison Isaak es un culo inquieto. Este 2017 ya nos ha deleitado con un nuevo disco de Teen Daze (solo año y pico después del anterior) y ya tenemos este nuevo proyecto que de nuevo, y de manera todavía más evidente, alude a un verano que está a punto de llegar. La electrónica, que se había relajado en el último lanzamiento de su otro retoño, cobra un mayor protagonismo en un álbum 100% instrumental que podría estar ambientado en una eterna ciudad veraniega suspendida sobre el mar con bien de ambientación retro sci-fi.

Wave catalyst (high tide) y Ocean City remiten a olas, arena y sol, mientras que la noche, obviamente, se adueña de Last night in paradise, y la melancolía de Sunset melody es el tema perfecto para el final del verano. Beach runner goza de cierta brisa ochentera, Universe surfin’ alegraría a Todd Terje e invita a echarse un baile cóctel en mano, Mornings at Made’s podría ser la melodía de un Vacaciones en el amr del siglo XXIII, y la sosegada Wave catalyst (low tide) cierra un descanso estival sonoro que debería convertirse en la banda sonora del verano para los amantes de la electrónica más evocadora.

Puntuación: 7,5

The New Pornograohers – Whiteout Conditions

La multitudinaria banda son de la misma quinta que Spoon, que hace poco también publicaban disco, y, al igual que ellos, nunca erran en tiro. Un disco puede ser mejor que otro, pero ninguno decepciona; ni siquiera bajan del notable. Quizás habrá que dar más escuchas a su séptimo trabajo para saber al 100% si alguno de sus temas podrían entrar en su top 10. Lo consigan o no, esta equilibrada colección vuelve a recordarnos lo injusto que es el mundillo indie (¿creías que solo el del pop lo era?), del que nunca recibirán toda la atención merecida.

Empezando por la ligeramente robótica Play money, curiosa a modo de introducción, le sigue un pepinazo power pop que da nombre al álbum, nada evidente y que crece con las escuchas, para continuar con High ticket attractions, un tema tan vivaracho que casaría a la perfección en Twin Cinema (¿su mejor largo?). This is the world of the theater mantiene una línea similar, mientras que Darling shade se antoja algo errática y Second sleep juega muy bien con la tensión (que nunca llega a estallar). Colosseums es una tontada que sobra un poco, a la que por suerte le sigue la espacial y delicada We’ve been here before. El disco termina con una Juke que recuerda de soslayo a Robert Palmer, Clockwise, un poco en piloto automático, y la briosa Avalanche Alley. Quizás no haya un Sing me spanish techno, pero aun así se disfruta con fruición.

Puntuación: 7,5

Father John Misty – Pure Comedy

El álter ego de Joshua Tillman ha superado las barreras del indie y hasta le invitan a Saturday Night Live, lo que podría hacerle blanco de las iras de muchos y darles motivos para destruir su nuevo disco, pero la realidad es que no hay una base real para hacerlo. Su tercer trabajo mantiene la cabeza alta y le reafirma como gran compositor, y de nuevo como personaje, esta vez un poco más agrio, centrándose en temáticas sociales, pero sin perder su chispa ni sátira. Otra faceta de su caleidoscópica personalidad musical.

Se le ha echado en cara que cierta monotonía se adueña del disco especialmente en su segunda mitad (a diferencia de su anterior largo, que era todo color y variedad), tras un tema de 13 minutos nada fácil de digerir. Porque su producción es exquisita, pero su pátina chamber y pianística se reafirma todavía más, el factor pop se rebaja, y sus 65 minutos supondrán un lastre para muchos. ¡Incluso no ha incluido el que a día de hoy es su mayor éxito, Real baby! Y es que, al igual que su personalidad, su obra va de extremos, y es capaz de publicar un disco difícil como varias canciones genéricas (que a los pocos días elimina). Por suerte, a diferencia de otros, su música sí hace justicia al personaje, y este disco no es la excepción. Aunque necesitemos de más escuchas que la media. La genialidad no es facilona, es lo que tiene.

Más información de su gira por España en este enlace.

Puntuación: 8

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