El misterio de Q Lazzarus y su «Goodbye horses» 30 años después

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El pasado jueves 13 de julio algo inesperado pasó: Mon Amie Records publicó desde su cuenta de Facebook el enlace al videoclip original de Goodbye horses. Nada más que treinta años separan esta producción de su subida a la red. Pero, ¿por qué ahora?, ¿estamos próximos a saber algo más  sobre el paradero y sobre la historia de Q Lazzarus?, ¿se está cociendo algo en el ciberespacio?, ¿por qué es tan especial esta canción para personas tan distintas?…, son algunas de las preguntas que rondan sobre mi cabeza en este momento.

La canción fue compuesta por William Garvey en 1987 pero, posiblemente su popularización vino de la mano de la escena del baile de Buffalo Bill en El Silencio de los Corderos (1991) dirigida por Jonathan Demme. No obstante, la canción ya había aparecido anteriormente durante otros minutos del celuloide en Casada con Todos (1988), película del mismo director.

Algo extraño y trascendental se esconde en su letra, su melodía y su voz. Algo hay en esos tres minutos que te enganchan a ti y a más gente. Algo que te hace romper la cinta de Hannibal Lecter en VHS por ver una y otra vez esa escena aún siendo niño. Algo que hace que una de tus primeras búsquedas en Internet fuera sobre la banda sonora de dicha película. Algo que quieres saber pero que no encuentras porque hablar de Q Lazzarus es hablar de ausencia y de misterio. Basta una búsqueda en Google para comprobar que de su vida se conoce poco. En pleno siglo XXI, donde todo el mundo está hiperconectado, el misterio de Q Lazzarus sigue. Quizás por este motivo el año pasado algún usuario de Reddit abrió un hilo en esta red social bajo el título de “¿Dónde está ahora la cantante de Goodbye horses?”

Su página de Wikipedia contiene información en cuenta gotas. Gracias al hilo de Reddit se ha sabido que detrás de Q Lazzarus se encuentra Quiana Diana, una chica afroamericana que nació en 1965 en New Jersey. También se sabe que se casó siendo muy joven y que aparentemente sufrió malos tratos, motivo por el cual decidió mudarse a Nueva York y comenzar una vida nueva. Fue allí cuando estuvo trabajando de niñera y probando suerte como cantante del grupo The Resurrection. En un momento de su vida consiguió la licencia de taxista y a sus clientes les ponía algunas maquetas a la espera de cruzarse con algún cazatalentos. En uno de esos trayectos parece ser que Quiana Diana conoció a Jonathan Demme y su música saltó desde su taxi a la gran pantalla a través de las películas de este director. Primero en Casada con Todos, después en El Silencio de los Corderos y finalmente en Philadelphia (1993), película que contiene su cover de la canción Heaven de Talking Heads y único testimonio gráfico durante 30 años donde podíamos ver a la verdadera Q Lazzarus cantando en la escena del baile.

Q Lazzarus también puso música a la película  Twisted  de Seth Michael Donsky (1996), una obra independiente concebida como una adaptación de Oliver Twist en el Nueva York de la heroína, de los chaperos y de los drags. A partir de aquí se pierde el rastro de Quiana Diana y  cualquier información sobre ella ha de ser considerada como especulación. Hay quien defiende que su desaparición fue voluntaria y otros que fue secuestrada. La hipótesis que más fuerza ha adquirido en los distintos foros de la red sostiene que la voz de Q Lazzarus se mudó a Reino Unido, formó una banda de heavy metal y que conoció a un chapero sueco que la apartó de su entorno.

Suponiendo que la desaparición de Quiana Diana fuera voluntaria, llama la atención el hecho de que ni siquiera se haya molestado en reclamar sus royalties. Una explicación a esto podría ser porque Goodbye horses fue compuesta por William Garvey y es posible que las ganancias derivadas de la versión de Q Lazzarus sean tan escasas que no le mereciera la pena saltar a la fama para reclamarlas.

Además de Goodbye horses y de otras canciones usadas en el cine, a Q Lazzarus se le atribuía la canción de White Lines, tema incluido en los vinilos de la limitadísima primera edición y que podían ser tuyos más o menos a partir de los 400 euros en Discogs. En 2013,  Mon Amie Records lanzó una edición en vinilo que incluía el single de Goodbye horses y un cover bastante triste por Hayden Thorpe y Jon Hopkins. No fue hasta el pasado mes de abril cuando el mismo sello volvió a lanzar una serie de vinilos cuya edición incluía, además del single, dos versiones demos de la misma, Tears of Fears, Transformation y Love Dance. Estas tres últimas canciones se pensaba que formaban parte del mito y que se habían perdido en el tiempo o que nunca habían existido, pero ahora podemos escucharlas aquí.

Al hablar de Goodbye horses es casi imposible no debatir sobre su letra. Y no, no habla de la heroína. Según William Garvey , “goodbye horses/I’m flying over you” hace referencia al texto hindú Bhagavad Gita, en el que los cinco caballos que arrastran el carro del príncipe Aryuna simbolizan los cinco sentidos. Para este texto sagrado, la verdadera iluminación surge cuando la consciencia se alza más allá del ego y del mundo efímero de modo que uno se identifica con la inmortalidad propia. Partiendo de estos conceptos, al decir adiós a los  caballos, la canción se despide de los sentidos que nos atan al plano físico de la existencia y su vinculación con el mundo material. Cuando alcanzas la verdadera iluminación consigues volar encima de ellos pues has superado la ilusoria mortalidad. También hay quien dice que la canción habla de alguien tan herido por una ruptura sentimental que decide despojarse de las cosas que le atan a este mundo y esfumarse, de alguna forma algo que parece haber pasado con Quiana Diana.

En el videoclip esta visión espiritual parece querer remarcase usando unos barrotes para simbolizar la cárcel física (especialmente en la escena del bailarín), unas runas celtas que nos hablan del destino, un espejo en una orilla que refleja el sempiterno ir y venir de las olas y Quiana Diana haciendo uso de su ambigua voz contraalto.

Como dice un comentario en un audio de la canción de Youtube: “si la conoces por GTA IV eres un niño rata; si la conoces por Clerks 2 (2006) eres un hipster; si la conoces por El Silencio de los Corderos eres viejo y si la conocías anteriormente eres una leyenda”. Es indiscutible que Goodbye horses ha tenido un gran  impacto en la cultura popular y parece ir más allá de los saltos generacionales. Además de los ejemplos anteriores, también la encontramos en una parodia de Padre de Familia, en Maniac (2012) y hasta en un anuncio de Gucci (S/S 2016) basado en la escena de Heroes de Yo, Christiane F. Si hablamos de las numerosas versiones que cuenta el hit nunca acabaríamos, pero quizás las más conocidas sean la de Psyche, la de The Airbone Toxic Event por su aparición en la película Suicide Squad y en un futuro próximo lo nuevo de MGMT. Yo personalmente me quedo con la reinterpretación de Spike Fuck en su Tomorrow We Get Healty porque como la original no existe ninguna.

El misterio de Q Lazzarus suma con este videoclip otro capítulo más en su historia pendiente de resolución. No deja de ser extraño que alguien con ese torrente de voz no haya intentado seguir en el mundo de la música tras este hit y, sobre todo, que no haya dado señales de vida en este tiempo. La intuición o el optimismo me dicen que en breves tendremos algunas respuestas dado los movimientos en la red en los últimos años y el boom que estamos viviendo de Goodbye horses. Mientras tanto “he told me, I’ve seen it rise but, it always fall…”.

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