Top 10: las mejores canciones de Cut Copy
Por estos lares somos unos apasionados de la música de baile con chicha, y Cut Copy es uno de los nombres contemporáneos que mejor resumen esta filosofía musical. Su nuevo álbum, según Amazon Francia, se llamará Haiku From Zero y estará disponible el 22 de septiembre (eso sí, el enlace ya no funciona y la banda no ha confirmado ni desmentido). Para ir abriendo boca, repasamos diez canciones que han marcado su carrera. Y no, por ahora Airborne, su nuevo single, no se ha podido hacer un hueco.
10. In these arms of love (Free Your Mind Deluxe, 2014)
Para a edición especial del disco la banda incluyó un buen surtido de nuevas composiciones que no se quedaban por debajo del resto. La que apuntaba directamente a nuestro punto g emocional más era este rock electrónico donde destacaban los solos de guitarra, que ponían los pelos de punta. Amor épico y urgente en un mundo deshumanizado donde a pesar de las dificultades, eh, solo hace falta dar una oportunidad.
9. Sun God (Zoonoscope, 2011)
A la banda le gusta invitarnos a viajes sonoros entre ambientales y psicodélicos más allá de lo mundano. Esta epopeya electrónica de más de 15 minutos, quizás excesiva para algunos, y no solo por su duración, es la más clara concesión a este concepto en su más de una década de carrera, lo que unido a cierto aire ravero suponen una irresistible e hipnótica para cerrar los ojos en la pista y dejarse llevar a riesgo de terminar golpeando a alguien por accidente. Pero, ey, paz, amigo.
8. Saturdays (Bright Like Neon Love, 2004)
A pesar de que su debut pasó algo desapercibido, en él podemos encontrar indudables perlas, en este caso haciendo gala de un sonido mucho más funky de lo acostumbrado (y que han recuperado en parte para Airborne), mostrando una interesante producción electro. En esta época no sobresalían por los estribillos directos y quizás no entre tan bien como otros clásicos posteriores, pero se trata de una de esas canciones que más se agradecen con las escuchas.
7. Unforgettable season (In Ghost Colours, 2008)
Nadie pone en duda que en el terreno dance pop pocos son capaces de mirarles por encima del hombro, pero hay que reconocer que tampoco se les sienta mal el rock ligerito, siempre sin perder cierto halo electrónico. Este es es más claro e inspirado ejemplo, con una estructura melódica tan simple como efectiva, repitiéndola tanto en estribillo como en estrofa y simplemente alterando la interpretación. Interpretación que, por cierto, por momentos se acerca a Robert Smith.
6. Out there in the ice (In Ghost Colours, 2008)
La canción está repleta de joyas líricas como «There’s a guy you know who’ll be there for you», tan casposas como enternecedoras. El comienzo, con el «yes, no, maybe», es muy potente, y quizás el estribillo, melódicamente hablando, se queda a medio gas, pero a partir del minuto tres, en el «if that what it takes…», presentan el que es un de los mejores ganchos melódicos de su carrera y que podría redimir hasta un esperpento de Kiko Rivera.
5. Nobody lost, nobody found (In Ghost Colours, 2008)
Ese bucle sonoro es lo que primero que capta la atención, después el lánguido e infeccioso estribillo, pero será tras la sección más ambiental, a la que le sigue un noqueo de bases estilo Blue Monday, para estallar en el estribillo, la que se gane vuestro corazones en la disco (si es que la fuesen a pinchar alguna vez, que no, como todo esta lista). Y si sumas una sección de corte afro-house al final, pues tienes un bombazo.
4. Take me over (Zoonoscope, 2011)
Cuando todavía no había esa fiebre por fusilar a Fleetwood Mac, la banda australiana ya lo hizo sin ningún tipo de remilgo con este homenaje al su gran éxito Everywhere. Especialmente patente resulta en el bajo del comienzo y en el uh-uh del estribillo, primo hermano del ah-ah del hit ochentero. Dejando las similitudes a un lado, no se puede desdeñar el poderío de la canción y sobre todo de ese estribillo: «take me over, take me out, to the jungle through the night in paradise, paradise».
3. We are explorers (Free Your Mind, 2013)
El hit más evidente de su, por ahora, último disco apuesta sin tapujos por la pista de baile más popera y cuenta con uno de los estribillos más adictivos de su discografía, con ese efectivo «together» en clave autotune distorsionado. Tampoco se queda atrás melódicamente el puente que encamina la canción hacia el estribillo final, al que le siguen unos timbales de lo más sugerente. «Somos los exploradores», de la vida, se entiende, y qué mejor que celebrarla bailando. Hecho.
2. Need you know (Zoonoscope, 2011)
Si protagonizó el especial de lágrimas sobre la pista de baile, por algo será. Aunque tampoco estemos ante su canción más bailable, el ritmo es lo suficiente movido y el in crescendo conquista al más escéptico, manteniendo el interés a pesar de sus seis minutos (evitad el radio edit, dramáticamente corto). Un «bigger than life» como una casa, que siempre abre o cierra sus directos, porque un temazo como este no merece medias tintas.
1. Hearts on fire (In Ghost Colours, 2008)
A través de una de sus bases más poderosas, la banda nos regala una vez más un culebrón de tomo y lomo con bien de frases rematadamente horteras como «I reach out for you and our hearts collide». Ellos nunca han escondido ese punto kistch de algunas de sus canciones, y este es sin duda el mejor ejemplo. Un estribillo repetitivo pero efectivo y detalles como el solo de guitarra final que redondean un pepino de canción. Se trata, posiblemente, de la que mejor resumes su estilo.
Bonus track: Walking on the sky (Free Your Mind, 2013)
Quizás es una elección sorprendente por su nulo carácter bailable, pero el cuarteto también se le dan bien los temas más sosegados. Sí, quizás roza la parodia hippy, y es fácil imaginarnos escuchándola alrededor de una hoguera en la playa, pero quizás es ahí donde radica su encanto, en ese escapismo implícito en su música y el carpe diem al que alude la letra. Y, como siempre, melódicamente es, dentro de su sencillez, todo un puntazo.