Especial reseñas: en el riesgo está la virtud (I)
Arca – Arca
A Arca o lo odias o lo amas. El venezolano ha dado un cambio radical a su discurso musical con este su quinto álbum donde ha dado rienda suelta a su parte vocal (en español) y teatral en detrimento de su virtuosismo a los aparatos. Los arpegios vocales de intencionada imperfección (incluso suena mal) se visten, no obstante, de esos chirriantes sonidos electrónicos tan marca de la casa. La dualidad del dolor y el placer, lo bonito y lo feo, lo perfecto y lo imperfecto, se dan la mano y danzan juntos en un ejercicio sugestivo y provocador al mismo tiempo. Una oda a las contradicciones del ser humano, que lejos de juzgarles, las abraza, las cuida, pero también las maltrata y las retuerce, para dar como resultado un disco sobrecogedor, desgarrador y esperanzador, y sobre todo, una propuesta musical que no deja indiferente a nadie. Y sino que se lo digan a los asistentes del Sónar quienes presenciaron un fistfucking en imágenes que dejaron a todos en shock… tanto, que hasta se habló de ‘excesiva provocación’.
Puntuación: 8 /10
Rosalía – Los Ángeles
A sus 23 años, Rosalía ya puede presumir de colgar el cartel de completo en sus conciertos. Y lo que más llama la atención es que lo haga con un estilo tan poco popular en –y en especial entre la juventud– como el flamenco. Hasta los modernos se han apuntado al carro de Rosalía y Raül Refree. Y no es para menos, porque todos, personas de otra época musical y la de la actual, se reúnen como si de una fiesta popular se tratara, a entonar y emocionarse ante las canciones cantadas por Rosalía y tocadas magistralmente por Raül. El proyecto está bastante equilibrado, ella al cante –sin una voz demasiado poderosa, todo hay que decirlo– y él a la guitarra; una guitarra desnuda sin más artificio que la fuerza con la que la acaricia y el talento de unir flamenco, blues e indie en sus cuerdas. Las canciones no son suyas, sino de clásicos populares del flamenco de todos los tiempos, recopilados por Rosalía, en un trabajo de arqueología musical en torno a la muerte. Entre ellas nos encontramos las alegrías de Cádiz en Si tú supieras con fragmentos del tema Del mundo de leguas de la Niña de los Peines, Toma ese puñal dorao de Rosario Monge la Mejorana o La Chiquita Piconera de Rafael de León, una seguidillas en De plata que te llegan al alma, en Catalina los tangos arrumbados de Manuel Vallejo y donde termina con el Testamento Gitano de Miguel de Molina, que es un tango de Cádiz, una guajira en Te Venero, una milonga de 1935 en La Hija de Don Simón o una saeta en El Redentor. Parece que no le ha quedado un palo por representar, en este el disco de flamenco menos flamenco y de indie menos indie del año.
Puntuación: 8,5/10
Jlin – Black Origami
Otro de los productores que ya están dejando huella en la escena contemporánea es la americana Jerrilynn Patton. Con su debut Dark Energy la escena internacional se puso a sus pies junto a otros productores similares como Co La y Oneohtrix Point Never, sin embargo con Black Origami la evolución ha sido determinante para su unánime aplauso. La última superviviente del footwork ha dado un golpe en la mesa y ha dejado a sus coetáneos temblando. Su segundo largo es un ejercicio de música poliédrica llena de aristas, recovecos, atajos y giros inesperados que envuelven al oyente y lo hipnotizan por completo. Jlin ha sabido sacar del baile al footwork y elevarlo a la categoría de exquisitez musical. Los ritmos sin melodía se construyen y deconstruyen, las percusiones étnicas van y vienen formando un entramado sugerente, caótico pero armónico a la vez. Las voces concretas y la repetición forman las bisagras perfectas para que bailes una danza inventada o te quedes pasmado mientras meditas en sus infinitos detalles.
Puntuación: 8/10
Carl Craig – Versus
Carl Craig es tecno y tal; eso dirán los fiesteros que solo se acercan al americano en busca de ritmos que les haga bailar y bailar. Sin embargo, Carl Craig se ha acercado hasta el jazz y la música clásica en diferentes proyectos, y éste, aunque parece uno más, es en el que se ha implicado de manera más personal y en el que no ha querido ser líder, sino un músico más; una perspectiva que le ha ayudado a acertar de pleno con la propuesta de Versus. Junto a la Versus Synthesizer Ensemble, ha querido adaptar sus ritmos tecno al lenguaje sinfónico y también ha creado piezas nuevas. No es el único ni el primer artista que mezcla tecno y música clásica, pero en esta ocasión el resultado es el balance perfecto en el que por momentos los temas son puramente clásicos y en otros los ritmos son puramente bailables. Un equilibrio, que más allá de quedar evidente y pretencioso, forman un todo interesante y humilde sin caer en la grandilocuencia.
Puntuación: 8,5 / 10
Soulwax – From Deewee
Qué mejor manera de promocionar su propio sello que nombrando a su nuevo álbum – después de más de una década – como el sello que lideran. Desde luego que escuchando a los artistas que forman parte de él, es un ejercicio de agradecimiento a éstos y sobre todo, una manera de autoafirmación. Dicho esto, ¡por fin vuelven los belgas! Tras multitud de remixes, una banda sonora y bolos por todo el mundo bajo su alias 2manydjs, el dúo de Gante se ha marcado una vuelta de tomo y lomo. En un mundo en el que parece triunfar el sintetizador, Soulwax no lo utiliza menos, pero lo utiliza mejor para sacar sonidos identificables y para mezclarlos a su antojo con psicodelia, newwave, electro, tecno con un punto extravagante pero con un poso calmado y refinado a la vez. Suenan a !!!, a LCD Soundsystem y a mil referencias bien amalgamadas entre sí. Pop electrónico para toda la familia sin caer en la vulgaridad o en el exceso, que te sirve como para unos grandes almacenes como para un club, y esto no es hablar mal sino conseguir algo que pocos consiguen, sonar moderno pero accesible a la vez.
Puntuación: 8/10