ionnalee – EVERYONE AFRAID TO BE FORGOTTEN
Muchos perdieron el interés en iamamiwhoami cuando a comienzos de década descubrieron que no se trababa de Christina Aguilera o alguien medianamente popular, sino de Jonna Lee, coproducida por Claes Björklund, ambos suecos, y no les conocía ni Dios. Sin embargo los amantes del sonido sueco más experimental, en la línea de The Knife, quedaron atrapados por su proyectos. Tiempo después volverían con Blue, un disco mucho más pop, pero todavía con un sonido algo arriesgado, pero a su vez muy accesible. Desde el año pasado ella se lo está montando por su cuenta como ionnalee, y desde Samaritan, con un estribillo que recordaba a Janet Jackson, parecía dejar patente que los días de experimentación habían quedado atrás y que EVERYONE AFRAID TO BE FORGOTTEN iba a transitar por otro camino. O quizás no del todo.
Se trataba de un buen tema de pop, pero quizás de ella se esperaba un punto más transgresor. Not human tampoco distaba de esta fórmula pop, pero sus trazos 8-bit y un estribillo cercano a los temas cantados de Mike Oldfield desprendían un aire retro alejado del cliché ochentero que encandilaban (y la remezcla de TR/ST era todo un club banger). Shimmer down reafirmaba su compromiso con un sonido más oscuro, ya que su predecesor giraba alrededor de la idea del agua en su estado más cristalino y brillante, mientras este, como su portada retrata, nos sitúa de manera alegórica en los cerrados y agobiantes bosques escandinavos, ya que la angustia es el leitmotiv principal del álbum. Un tema enigmático que predecía a Gone, todo un pepinazo, también muy «darks», que además de pegadiza es lo suficientemente exuberante como para quedarse en un mero ejercicio pop de usar y tirar.
Dunes of sand, el siguiente adelanto que conocimos, junto a Jamie Irrepressible (se debieron conocer en la gira de Röyksopp, donde ambos ejercían de intérpretes), es el baladón del disco, atmosférico y sugerente, al menos hasta el final, donde se convierte en un tema dance. Luego le siguieron Joy, que pecaba de algo liviana, y Work, que de primeras parece más estándar de lo que es, y donde demuestra que, si le apetece, puede salirle una vena más estridente. Sí, como en el anterior disco, más adelantos que los del disco de Dua Lipa; pero aun así está conformado por quince cortes, cinco más que Blue, por lo que hay bastante de novedad; sin embargo, todo hay que decirlo, le sobran más de uno y de dos, incluyendo algún adelanto (Joy) o temas donde el contraste entre estrofa y estribillo resulta demasiado forzado (sobre todo Memento). También se echa algo de menos parte del preciosismo del anterior, pero también es verdad que la temática y el tono no acompañaban, aunque hay algún exponente de ello, ya que Here is a warning es toda una belleza.
Se encuentran también más concesiones al baile que en anteriores lanzamientos, y brilla especialmente Harvest con TR/ST, con el que parece haber hecho buenas migas, siendo el contrapunto de la emotiva Fold, que le sigue justo después y que no por última merece caer en el olvido, aunque a algunos les costará llegar hasta ella. Porque si era lo que ella necesitaba expresar, genial, pero 65 minutos para un disco pop, que tampoco se podría tildar de conceptual (o no del todo), resulta excesivo. Y a veces parece que se echen en falta las dotes de producción de Björklund, que redondeaban el enorme talento de ella. A pesar de ello, y que podía haber experimentado algo más, se trata de un estupendo disco para nada intrascendente a pesar su marcado carácter pop. Así que de nuevo ionnalee se sitúa con acierto entre los que buscan accesibilidad y los que esperan un punto más de sofisticación, riesgo y profundidad.
Puntuación: 7,5