El nuevo EDM se baila menos y es lo más pop del mainstream actual
De un tiempo a esta parte, tras el boom a finales de la década pasada y comienzos de la que nos ocupa, el EDM ha ido perdiendo fuelle en las listas, a pesar de que, por otra parte, la cultura dance se haya establecido como subcultura que sigue moviendo millones. Sin embargo los djs y productores más populares del género han ido virando hacia otros sonidos y el chunda chunda, el machacón, el que revienta tímpanos, está en horas bajas. Y lo más curioso de todo es que muchos de los nuevos hits de estos chavales y no tan chavales (porque mujeres hay pocas) a veces son hasta difíciles de bailar. O al menos hay que cambiar de pasos y está claro que el subidón ha pasado a mejor o vida. O peor, nos miente deliberadamente, haciéndonos pensar que la canción está a punto de estallar, pero todo termina en un drop, para muchos, corta rollos.
El ejemplo más claro está en The Chainsmokers, y sobre a su mayor bombazo y uno de los temás más exitosos de la década: Closer. Más que EDM, estamos ante un medio tiempo pop con toques de electrónica, especialmente en el estribillo instrumental. Y es que resulta llamativo que una canción tan pop pueda ser considerada por muchos como EDM, aunque el origen del grupo (recordemos Selfie) era dance machacón a más no poder. Y solo el mentado estribillo mantiene lazos con la cultura EDM, cuando este tiene que demostrar la personalidad sonora y melódica de los productores (de manera bastante limitada y primitiva). Pero al fin y al cabo, entre tanto trap y latineo, es de lo más pop el conjunto. Y otros hits como Something just like this o Paris reafirman esta tendencia.
Actualmente Marshmello lo peta, y de nuevo con canciones como Wolves, con un drop escandaloso, opta por un fórmula poco bailable; Silence ligeramente más, pero tampoco para lanzar cohetes, ya que al fin y al cabo se trata de un medio tiempo. Donde, por cierto, al igual que en Happier, el productor no acapara todo el estribillo con un riff pegadizo y deja que el invitado vocal ejerza su gracia y salero. En Friends llega todavía más lejos y rompe totalmente con el egocentrismo y es la cantante, en este caso Anna Marie (¿alguien la distingue respecto a Bebe Rexha?), lo canta al 100%. Y en general todos sus temas resultan muy pop. Por supuesto también indagan en otros géneros como el trap, como en Everyday, pero sus mayores pelotazos son los cuatro primeros.
Zedd es otro ejemplo de popización del EDM, aunque en este caso, sin reventar la pista, sí que aún podemos bailar. Porque el pop, aunque muchos lo hayan olvidado, también se puede bailar. Ya lo hicimos en año pasado con Stay y este ha optado por una recete similar en The middle y por ahora en menor medida con Happy now. En esta última canción retoma el clásico estribillo instrumental, manteniendo al 100% los lazos con el clásico EDM; sin embargo en las dos anteriores son Alessia Cara y Maren Morris las que llevan todo el peso del estribillo. De nuevo el egocentrismo del productor queda en un segundo plano.
Luego también le hacen ojitos al funk, muy popizado, claro, como los mencionados The Chaimsmokers en su último EP, Calvin Harris y su último disco o David Guetta con Flames. Aunque en el caso de Harris ha vuelto hacia la pista más pura pero, eso sí, muy house pop. Y Guetta, escuchando su último disco, mete de todo, desde temas muy pop a latineo, pasando por EDM puro y duro.
Kygo apareció en una época donde el dance de corte chill dominaba el tablero y, aunque en los últimos años haya perdido algo de fuelle, él sigue con lo suyo y no le va nada mal. Pero ni It ain’t me, Remind me to forget y First time eran todavía menos movidas que las anteriores y, como en el caso de las dos primeras, dejaba a la voz brillar en el estribillo, pero su sello más personal se basaba en distorsionarla. Lo curioso es que ha sido ahora con Born to be yours cuando más zapatilla le ha metido, con subidón incluido, lo que contradice a todo el artículo. Pero es que claro, hay casos excepcionales.
En realidad hay muchas excepciones, solo hay que echarle un ojo a Spotify, pero también es cierto que los que acaparan las listas, que básicamente son estos nombres, han renovado el género de tal manera que ya se vincula de soslayo con él. Y con un panorama donde el trap y el pop urban y latino revientan las listas (y en lo que muchos también participan, porque la coherencia no es su fuerte), lo más pop ahora son ellos, obviando a Maroon 5 y poco más. ¿Es pop de calidad? Eso ya se podría discutir en otro post…