10 artistas pop/r’n’b que se vendieron sin reparos a la moda EDM
La década se acaba, y aunque nos fascina la actualidad, echar un vistazo de cuando en cuando al pasado nos fascina todavía más. En este caso toca centrarse en una moda que caló sobremanera en el mainstream, especialmente yanqui, y que resultó tan caduca como era de esperar cuando la estábamos viviendo (¿sufriendo en algunos casos?). A pesar de que comenzó a finales de los 2000, fue con la nueva década cuando se afianzó del todo, aunque al poco tiempo se desinfló tan rápido como llegó. Al menos en listas, sobre todo las yanquis, pero la realidad es que sigue habiendo éxitos que acumulan cientos de millones de escuchas en streaming. Pero ya no se palpa la desesperación de las estrellas pop y r’n’b por marcarse un featuring con el productor de turno. No como hace 10 años. Aquí, 10 ejemplos de cómo venderse a la moda de turno. O más bien como venderse a medias, porque la realidad es que en los discos podía haber tres canciones dance, y el resto era r’n’b y urban, pero los primeros eran los singles principales. ¿Y los resultados? Unas veces bien (más bien en términos de adicción que de calidad artística), otras no tanto.
Kelly Rowland
Fue la que abrió la veda con When love takes over junto al omnipresente, como ya veremos, David Guetta, todo un hitazo y bastante bigger than life, tanto que volvió a repetir con dl productor en Commander, que daba un poco de vergüenza ajena, pero a la que nadie le podía negar su carácter contundente e infeccioso. Porque a chaquetera a la ex Destiny’s Child no le gana nadie, pero a trendsetter tampoco (porque antes de que acabase el boom dance, ella se adelanto al regreso del r’n’b publicando Motivation, a la postre su tema más exitoso en solitario).
Nicki Minaj
La rapera de Trinidad y Tobago es, pues eso, una rapera, y no todas saben realmente cantar. En estudio se podría decir que se defendía, pero en directo daba vergüenza (tanto que ahora siempre que hay un estribillo pop, hace lypsinc). Aparte de sus colaboraciones con Guetta, que era el Rey Midas de la época, también incluyo varios temas dance que no pintaban nada con el resto del conjunto en Pink Friday… Roman Reloaded. Starships fue su mayor éxito, y aunque su producción era de barraca de feria, sigue siendo todo un bop.
Britney Spears
Hold it against me supuso el primer acercamiento al EDM en su carrera, pero también había sección dubstep, por lo que sabía muy bien por dónde tirar. Fue en Britney Jean, con will.i.am como productor, cuando se tiró de cabeza a la piscina chunda chunda (post-Scream & Shout junto a él). Y la verdad, había ciertas chapuzas, pero también aciertos, especialmente Work bitch. Lo triste es que en 2013 la burbuja dance había explotado, pero también es cierto que este single se desmarca ligeramente de las fórmulas del género, y no gozó de todo el éxito que merecía. Y aun así, terminó siendo más éxito de lo que en principio parecía.
Usher
La enorme DJ got us fallin’ in love fue el primer paso hacia este giro, pero aún era más dance pop que EDM. Luego llegó, para variar, Guetta en Without you y ya se imbuyó 100% en el género, incluso en sus propios discos. Pero, a pesar del cambio, fue de los que más natural lo hizo. Y sin embargo es una remezcla de RedOne la que se lleva la palma: More, un club banger hipervitaminado para sudar que ni en una maratón. Tan potente que hasta lo publicó como single oficial.
Rihanna
La de Barbados nunca hizo ascos a la pista de baile, incluso con cierto aroma europeo (S.O.S.), pero, oh, sorpresa, Guetta la convenció para Who’s that chick y el EDM se convirtió en el leit motiv de dos de sus discos (al menos de cara al público, ya que los publicaba de singles, cuando el resto de cortes eran de lo más urban). Y todos fueron éxitos absolutos, especialmente el emotivo We found love, un monster hit y temazo de tomo y lomo que aún hoy bailamos como el primer día.
Black Eyed Peas
En sus comienzos, y también cuando alcanzaron el éxito, el cuarteto destacaba, a diferencias de otras propuestas de música negra, por lo orgánico de su sonido. Pero de repente will.i.am se volvió loco del coño, cogió una mesa de mezclas y se convirtieron en la banda más enlatada del momento. Y todo con un sonido generalmente algo chusco (ese horror que era The time). Sin embargo Guetta (y van…) les inyectó cierta sofisticación en I got a feeling, de la que acabamos hasta el gorro, también es cierto.
Kelis
Es el único caso de la lista en el que lanzó un disco 100% dance. Y posiblemente el más afín con el género, por lo que no resultaba tan comercial como el resto de ejemplos de este post. Toda una rave con una calidad excelsa. Guetta, para variar, también estaba por ahí, pero con una producción exquisita para lo que es él en A capella, aunque el resto de temas del disco no se quedaba atrás. Y después de este álbum no volvió a acercase a nada remotamente parido al EDM. Un caso aislado de honestidad e integridad artística.
Chris Brown
El dance por aquellos años podía hacer resucitar hasta a maltratadores como él (a día de hoy seguro que no). Y enlazó varios éxitos, ninguno demasiado enorme fuera de Estados Unidos, donde obviamente apareció Guetta para orientarle. Aunque casi los mejores eran los de sus propios discos, especialmente Dont wake me up, con un muy fino Benny Benassi y William Orbit en su remezcla (sí, el productor de Madonna tuvo su ramalazo con el género). Con Benassi también participó en la enorme Beautiful people. Vamos, que era (es) un gilipollas, pero no nos podemos quejar de bangers.
Enrique Iglesias
Más que EDM, estábamos ante dance pop, pero bastante contundente gracias a la producción de RedOne, uno de los mejores/peores productores de nuestros tiempos. Y es que lo suyo era una buena mierda, adictiva y 100% reconocible. Estábamos ante aquel tipo de dance más para que Pitbull suelte alguno de sus machirulismos que para otra cosa. Pero hay que reconocer que I like it era un trazallo incombustible que levantaba cualquier fiesta desde el segundo uno gracias a esos sintes tan abrasadores. Una puta bomba.
Jennifer Lopez
Lo de J.Lo también fue más con RedOne, por lo que no había subidones tan evidentes: toda la canción en sí lo era. Y aunque On the floor fue su mayor hit de esta época (todo un punto resucitar la Lambada), yo me quedo con Papi, que sonaba todavía más genuinamente al productor marroquí. Gracias al dance la latina revitalizó una carrera de capa caída, pero tras la casi desaparición del género en listas, le ha costado mantener el estatus de estrella recuperado.