10 colaboraciones pop que prometieron petarlo y se quedaron en «meh»
Hace unas semanas temíamos que el dueto entre Lady Gaga y Ariana Grande en Rain on me fuese un absoluto bajón, ya que no es la primera vez que la unión de dos grandes estrellas del pop termina en quiero y no puedo. Por suerte esta vez nos equivocamos y la canción, aparte de un club banger, le está yendo la mar de bien en listas. Pero la realidad es que todas las grandes figuras, incluidas ellas dos, han perpetrado canciones con las que creímos que lo daríamos todo y finalmente naranjas de la China, por lo que el miedo siempre seguirá presente. Los 10 ejemplos de debajo son algunos de los que nos han decepcionado durante este nuevo milenio y que demuestran que, lo que en décadas pasadas solía ser un acierto, a día de hoy a veces simplemente sucede porque sí, sin sentido alguno más allá de propósitos comerciales.
Britney Spears, Iggy Azalea – Pretty girls (2015)
A pesar de que Britney ya no gozaba de la mayor popularidad, su carrera todavía le otorgaba un estatus con el que le era fácil generar las expectativas más altas. Azalea nunca fue nuestra rapera favorita, pero en aquel año estaba «on fire» en lo que se refiere a reventar listas. Y sin embargo la canción no las asaltó y, lo peor de todo, de tan pava que resultaba se quedaba en un apunte meramente intrascendente.
Shakira, Rihanna – Can’t remember to forget you (2014)
Si alguien se fija en las canciones más escuchadas de Shakira y Rihanna en Spotify no hay rastro de este dueto. No es que, cuando se lanzó, su éxito fuese nimio, pero a estas alturas ya nadie se acuerda de ella. Eso sí, en YouTube las cifras son de órdago: más de mil milllones de reproducciones. ¿Será por el chirriante rollo lesbian chic del vídeo? Al final si enseñas carne te llevas el gato al agua, eso está claro.
The Weeknd, Lana del Rey – Prisoner (2015)
Una colaboración entre ambos se antojaba evidente gracias a su rollo sexy darks atormentado. Y sin embargo este tema, que nunca fue single (lógico), se presentaba como una balada de corte clásico, con bien de drama, que por sí misma no está nada mal, pero que para ellos se quedaba corta. Sin embargo enmendaron en parte este lapsus un par de años después con Lust for life, que aunque de oscura tenía poco, era una canción mucho más cuca (sin erigirse como lo mejor de cada uno precisamente).
Beyoncé, Lady Gaga – Video phone
A finales de los 2000 Lady Gaga era la estrella del pop más excitante, por lo que un dueto con Beyoncé, que aún no se tomaba tan en serio a sí misma, resultaba el sueño húmedo de más de uno. Y de repente se marcan un anodino tema r’n’b que no levantó ni una ceja, y donde Gaga no lucía lo más mínimo (y con un vídeo infumable). El que no quedó en el olvido fue Telephone, en el que era la italoamericana la que esta vez tomaba las riendas. Y gracias a Dios, ya que se convirtió en un trallazo eterno.
Miley Cyrus, Britney Spears – SMS (Bangerz) (2013)
La época de mayor esplendor de Miley (al menos a nivel comercial) incluye un episodio del que pocos tienen constancia: un dúo con Britney. Y con razón no ha dejado huella, ya que se trata de un ejercicio feísta y caótico que, aunque daba nombre al álbum, no se llegó a publicar como single. Lógico, porque no había por dónde cogerlo.
Lana del Rey, Ariana Grande, Miley Cyrus – Don’t call me angel (2019)
Este trío debería haber sacudido los cimientos del pop. Y bueno, de alguna manera lo hizo, pero literalmente, ya que esta canción solo se basa en aturdir con tropecientos estímulos para que parezca más de lo que es y sus carencias y costuras queden ocultas. Y mucha sororidad, pero que nadie pise a Ariana, que domina la mayoría del minutado. Tanto que la aportación de Lana no llega ni a anecdótica y además no pega ni con cola.
Taylor Swift, Ed Sheeran – End game (2017)
Taylor y Ed ya venían de colaborar unos años atrás en Everything has changed justo antes de que sus carreras estallasen del todo. Y sin embargo en su reencuentro los resultados se quedaron a medias tanto artísticamente como comercialmente. Una canción urban pop que en realidad tiene más chicha de lo que parece, pero no la suficiente para dejarnos noqueados. Y por supuesto la presencia de Future tampoco sumó (más bien restó).
Shakira, Beyoncé – Beautiful liar (2007)
Beyoncé quería ir de latina en su segundo disco, cantando en español (la horrorosa versión de Irreplaceable) o colaborando con Shakira, que aún camelaba a los yanquis. Así nació esta nadería r’n’b que aprovecha la sangre libanesa de la colombiana para incluir sonidos árabes. Eso sí, no le fue nada mal en listas. Si al menos el clip hubiese cumplido, pero ni eso, y peor: había momentos que no sabíamos distinguirlas (¿a quién se le ocurrió plantarles el mismo teñido y peinado en un vídeo tan poco iluminado?).
Madonna, Nicki Minaj, M.I.A. – Give me all your luvin’ (2012)
El problema de colaborar con Madonna es que no te va a dejar brillar porque únicamente ella puede brillar (salvo en 4 minutes, donde Justin increíblemente cantaba más; ella, que no puede resistirse a un veinteañero guapo). La canción era maja, pero ya, y la presencia de Nicki Minaj y M.I.A., que vivían su mejor época, no aporta demasiado. Son, tristemente, simples coristas.
Timbaland, Katy Perry – If we ever meet again (2009)
Hasta 2008 Timbaland era el rey de la producción, pero cada vez le daba más por interpretar, cuando por lo general da vergüenza ajena en ese sentido. Y cuando publicó la segunda parte de Shock Value, su magia se esfumó, especialmente en esta canción con Katy Perry, postéxito de su primer disco. Simple, ñoña, con un Timbaland insufrible y, lo peor de todo, con una producción trasnochada, tremendamente básica y sin explotar su inconfundible sello.