10 canciones clave de SOPHIE

Hoy nos hemos despertado con la triste noticia del fallecimiento de la productora SOPHIE, una de las artistas más transgresoras e interesantes de la escena alternativa internacional. Sin haber formado nunca parte de manera oficial de PC Music, sin duda mantuvo una carrera paralela al sello explorando sonidos electrónicos experimentales y coloridos entre el Bubblegum Bass o Deconstructed Club, entre otros. Sin embargo el sello optaba y opta por un sonido más pop, y la productora exploraba además otras vertientes en una carrera fascinante tanto sola como acompañada o acompañando. Aquí, una pequeña muestra de su talento.

Bipp (2013)

A pesar de un single previo un año antes, este tema fue el que comenzó a reflejar el sonido SOPHIE. Ese tono histriónico y juguetón acompañando a una melodía pop que, en realidad, queda en un segundo plano respecto a la llamativa producción. A partir de aquí, la prensa alternativa comenzó a posar sus ojos sobre ella. Por cierto, hace unos días publicó una remezcla de Autechre.

Lemonade

Fue esta canción la que posiblemente la convirtió en una de las grandes promesas de la década (y por suerte cumplió con las expectativas). Un sonido burbujeante que oscila entre, obviamente, el bubblegum y el hip hop y donde la interpretación y melodía goza de mayor peso, aunque la excelsa producción entre minimalista y excesiva (¿es eso posible?) sigue siendo la reina. Como una buena limonada en verano, quita la sed, pero aun así te deja con ganas de más.

Hey QT (QT, 2014)

Con PC Music cruzó su camino más de una vez, como este proyecto/parodia junto a A. G. Cook que solo duró un single. Pero menudo single. Para nosotros entre las mejores canciones de la década, supuso su primera gran puesta de largo en el pop. Una chuchería para escuchar en un loop infinito. Tanto que, si la bebida ficticia que se «anuncia» en el vídeo fuera real, muchos habríamos comprado un camión de ella.

When I Rule the World (LIZ, 2015)

De esa confianza en su primera incursión seria en el pop surgió otro temazo a la altura, y además se atrevió a producir a una popstar wannabe. LIZ, artista que nunca llegó a dar el pelotazo, debe de agradecérselo para siempre porque estamos ante su único hit, y con mucha diferencia en streamings respecto a otras canciones de su repertorio. El estribillo está bien diferenciado, pero la realidad es que todo el conjunto se presenta como un gran estribillo, demostrando que SOPHIE sabe a adaptarse a otros estilos, pero manteniendo su inconfundible sello.

Just Like We Never Said Goodbye (2015)

¿Estamos ante una balada? Sí y no. El título, letra y melodía cumple las reglas baladiles, pero el tono y sonido se va de madre (para bien). Entre la belleza y la tensión, y con esa voz de Alvin y las ardillas, no sabes si tomártela a guasa o llorar de la emoción. Y entonces te planteas: ¿funcionaría como balada estándar bajándole los BPMs o realmente SOPHIE inauguró un subgénero? Sea como sea, es un temazo de tomo y lomo y la mayor muestra melódica de su catálogo hasta aquel momento.

Vroom Vroom (Charli XCX, 2015)

Después de LIZ, donde contuvo su vena más extrema, llegó Charli XCX, con a que pudo darle rienda suelta en un EP no tan bueno como cabía esperar, pero con sus brillos. Uno de ellos fue el single de presentación, que además supuso un punto y seguido en la carrera de la inglesa, ya que a partir de aquí le cogió tal gusto al hyperpop que años después lo sigue explotando como el primer día.

Yeah Right (Vince Staples, 2017)

Ella se solía rodear de artistas comprometidos con la causa LGTB+, por lo que sorprendió verla en el mundo del hip-hop, que ya sabemos que no suele ser el más amigable con el colectivo (aunque Staples ha demostrado que él no es así). Y además, a pesar ciertos dejes en otros singles de su discografía, no sabíamos si podría funcionar en un tema 100% del género. Por supuesto nos equivocamos: sus ritmos desfragmentados casan perfectamente.

It’s Okay to Cry (2017)

Esta vez sí, estamos ante una balada. Quizás, porque fue cuando SOPHIE se reveló al mundo como una mujer, y quiso desnudarse a todos los niveles. En el vídeo, de primeras, cuando además nos mostró su rostro de manera clara (siempre fue muy esquiva). Y por supuesto con una producción más clásica y sin estridencias, sosegada, salvo ese épico final con el que, si estallas en lágrimas, nadie te lo echará en cara. Todo lo contrario.

Faceshopping (2018)

Después del ramalazo baladil, la productora volvió por los derroteros más experimentales y transgresores. Se trataba de una oda a la libertad de elegir el aspecto que cada uno quiera, posicionándose en contra de la corriente que aboga por la naturalidad 100%. Y para acompañar el mensaje, la producción se coloca entre lo industrial y el feismo, y más de uno le provocará aversión, como una cara supertuneada. Ahí está la gracia.

Inmaterial (2018)

De nuevo, otra de las mejores canciones de la década, ni si quiera fue single de OIL OF EVERY PEARL’S UN-INSIDES, y aun así se ha convertido en la canción más exitosa del disco y posiblemente de su carrera. Vuelve a su sonido más travieso y colorista, pop, pero sin conformarse. Todo un himno hiperpop que sigue volviéndonos locos y que resume todo (o casi todo) de lo que amamos de ella. Para siempre.

Bonus track: MSMSMSM (2014)

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