PVA en la sala Clamores, Madrid
Emocionados estábamos para ver a una banda cuyo debut Blush ha sido un soplo de aire fresco en lo que concierne al rock, al postpunk de corte contemporáneo. El uso de la electrónica y su método canallesco y elegante a la vez da como resultado unos temas discotequeros que hacen las delicias del baile. La sala sin embrago, no era la propicia para tal magno evento, ya que los nominados a los Grammy se merecía una sala preparada para un concierto con un sonido contundente, algo que se echaba en falta en una sala poco acogedora para el sonido que disparaban.
A pesar de todo, el público entregado hizo que su cantante y líder Ella Harris se planteara unos bailes imposibles y unos golpes de melena que te hipnotizaban por completo. Ellos estaban a gusto así que nosotros también. Los hitazos Untethered, Hero Man y Bunker sonaros espectaculares y fueron los hits indiscutibles de la noche pero hasta en la más lenta Transit, Ella y sus bailes contemporáneos improvisados también supusieron un zenit. Y al fin después de tan solo una hora terminaron con The Individual, algo más heavy de lo habitual. Se dejaron en el tintero el tema Talks de su anterior ep de 2020, una joya en mi discoteca que no pudieron sacar a relucir.
Muchas ganas teníamos de verles pero espero que la próxima vez sean en otra sala o como carne de festival, ya que ni el público era el esperado (mis predicciones se basaban en modernos ajados), por momentos la acústica y otro detalle a destacar como el que los teloneros fueran Tigres Leones (quienes finalmente no pudieron acudir), un grupo de rock que no pegaba para nada con PVA.